Terrazas vegetales contra la contaminación
El proyecto Terrats Verds de la firma CeGe propone reverdecer las azoteas de los edificios de Barcelona para crear pequeños pulmones urbanos
Barcelona cuenta con 95 hectáreas de azoteas que son potenciales espacios verdes
La idea de aprovechar las azoteas de los edificios de las ciudades como espacios verdes cobra cada vez más fuerza en un contexto en el que las grandes áreas urbanas sufren crecientes problemas de contaminación atmosférica. El caso de Barcelona es paradigmático, ya que supera en un 30% el límite de contaminación de aire que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS). La Ciudad Condal dispone de 95 hectáreas de azoteas que son potenciales espacios verdes. Sin embargo, solo se aprovechan 10 hectáreas, la mayoría en hoteles y edificios de lujo.
Las cubiertas vegetales ofrecen beneficios ambientales y energéticos además de una estética más agradable
El proyecto Terrats Verds promovido por la firma CeGe propone democratizar el acceso a los espacios verdes, recuperando azoteas en todos los barrios para crear pulmones que respiren para la ciudad y aporten un espacio de desconexión en un entorno más natural. Su objetivo es tanto medioambiental como social, ya que se ha desarrollado de forma cooperativa con el estudio de arquitectura bioclimática El Fil Verd y la entidad social GSIS VERD, en la que trabajan jardineros con discapacidad intelectual.
Detalle de la cubierta vegetal del ayuntamiento de Chicago
La primera prueba piloto se llevará a cabo durante 2019 en el terrado de la nueva sede de Fundació Joia en el distrito de Sant Martí de la capital catalana. La nueva azotea contará con una gran zona verde de 50 metros cuadrados que reproducirá un espacio natural e incluirá un huerto urbano.
En la selección de especies vegetales se han tenido en cuenta los criterios de companion planting, un sistema de siembra que combina plantas que se benefician mutuamente para optimizar la captación de nutrientes, el control de plagas y la polinización. Todas ellas son variedades muy duraderas y autóctonas, que aportan verde durante todo el año y que tienen un consumo hídrico contenido. Se ha buscado, además, una delicada combinación de colores (lila, amarillo y verde) y con efectos terapéuticos que las hacen muy adecuadas para este espacio.
En la selección de especies vegetales se han tenido en cuenta los criterios de companion planting, un sistema de siembra que combina plantas que se benefician mutuamente para optimizar la captación de nutrientes, el control de plagas y la polinización.
Elisabetta Quarta Colosso, CEO de El Fil Verd, explica que este «es un proyecto transformador que tiene que ver con un nuevo concepto de ciudades biofílicas, que puede cambiar el enfoque sobre la vida urbana creando comunidades alrededor de las personas, las plantas y los edificios».