El verano ya está aquí, y coincide con un entusiasmo mayor de lo habitual por recuperar la vida al aire libre y disfrutar del buen tiempo tras el final de los largos meses de confinamiento en casa por la pandemia de COVID-19.
Nuestros pequeños jardines particulares se han convertido en auténticas joyas, lugares privilegiados en los que expandirnos fuera de los muros de la vivienda con total seguridad. Pero las ganas de sacarle el máximo partido a los espacios exteriores no deben hacernos olvidar que en nuestra climatología, caracterizada por estíos de altas temperaturas y escasa pluviometría, gozar de la compañía de las plantas tiene un ineludible componente sostenible.
Pérgola de cañizo y tarima de madera en un jardín en Aravaca (Madrid), de Dstudio.
Tanto en verano como en invierno, si no se plantea el proyecto de un jardín de una manera eco, los consumos energéticos y, por tanto, el impacto sobre el medio ambiente pueden ser considerables. El estudio de paisajismo madrileño Dstudio propone una serie de claves que harán que disfrutemos de nuestro rincón al aire libre con todo el confort sin dañar el planeta.
01 Haz un correcto estudio solar
Zonas de descanso, lectura, comedores, piscina… Cada uno de estos espacios requiere una orientación y una exposición al sol determinada. Si se tiene en cuenta este punto, tenemos el 50% del trabajo hecho a la hora de climatizar los ambientes.
Proyecto de Dstudio en Encinar de los Reyes (Madrid) en el que se han colocado losas de granito para evitar que el sol caliente la cama exterior.
02 Utiliza materiales que reflejen el calor
Hay materiales que absorben el calor durante el día y por la noche lo expulsan al bajar las temperaturas, lo que podría arruinarnos una agradable cena con amigos, por ejemplo. En este sentido, existen materiales y colores que funcionan justamente al contrario ya que reflejan el calor y son buenos aliados a la hora de diseñar un espacio exterior de verano.
03 Domina las sombras
El control sobre las sombras es una gran herramienta del paisajista para climatizar un espacio exterior en verano. Tanto las sombras de la propia arquitectura de la vivienda, como las que podemos diseñar dentro del proyecto de paisajismo (pérgolas, sombrillas y, por supuesto, las sombras de los árboles). Además, pueden ser buenas aliadas a la hora de decorar espacios como por ejemplo las grandes superficies soladas sin amueblar (que en ocasiones podrían resultar aburridas).
La propuesta de Dstudio para este jardín en Pozuelo de Alarcón (Madrid) ha reducido la pradera de césped en un 60% para ahorrar agua.
04 Planta vegetación resistente
Las plantas son también una opción perfecta para refrescar cualquier espacio. El césped refresca mucho un espacio, pero no debemos olvidar que su elevado consumo de agua y sus altas necesidades de mantenimiento hacen que las praderas de césped no sean un buen aliado a la hora de diseñar un espacio sostenible.
Por suerte los paisajistas tienen más opciones con las que tapizar praderas, pudiendo elegir especies mejor adaptadas y por tanto un poco más sostenibles. Es el caso de la Festuca arundinacea, que resiste bien las altas y las bajas temperaturas y mantiene un buen aspecto todo el año, o Cynodon dactylon, la denostada grama de toda la vida, de la que se han desarrollado variedades más finas adaptadas a la jardinería y con la que se puede ahorrar hasta un 30% más de agua respecto de otras cespitosas.
Jardín en Pozuelo de Alarcón (Madrid), de Dstudio.
05 Saca partido de los nebulizadores
Si el jardín ya está construido y no tenemos control sobre los puntos anteriores, hay algunos elementos que podrían ayudarnos a refrescar un espacio exterior en verano de manera sostenible. Los nebulizadores, por ejemplo, no consumen mucha agua y, si se utilizan en momentos concretos del día, podrían incluso bajar la temperatura entre 3 y 5grados.
06 Resguárdate bajo una frondosa
Colocar estratégicamente un gran macetero con una planta frondosa podría ser una solución accesible a todo el mundo para crear una oportuna sombra en cualquier terraza o jardín, bastará con estudiar bien el movimiento del sol a lo largo del día.
Pérgola bioclimática, modelo Binomio, de Greendesign.
07 Controla el ambiente con una pérgola bioclimática
Las pérgolas bioclimáticas son también una buena solución, pues podemos abrir o cerrar las lamas según las horas del día, creando sombras en el momento más caluroso y abriendo ligeramente las lamas para crear pequeñas corrientes de aire si la situación lo requiere.