En la actualidad las casas prefabricadas se postulan con más fuerza que nunca como la opción más lógica a la hora de elegir nuestra nueva vivienda. La sostenibilidad, el tiempo de construcción y el presupuesto son los tres factores claves que explican esta situación, pero aún así pueden surgir dudas antes de dar el paso. Tras explicarte cómo debe ser un terreno para poder construir una casa prefabricada, aquí te presentamos una lista de preguntas frecuentes para despejarlas punto por punto:
¿Cuáles son las soluciones y materiales más ecológicos?
Diferentes empresas en todo el mundo se han lanzado al reto de conciliar al máximo la sostenibilidad con las viviendas prefabricadas de alta calidad. Usan materiales como las balas de paja, el barro, la madera, el papel o los metales reciclados. Además de la materia prima, este tipo de construcciones utilizan soluciones energéticas (paneles solares) y ecológicas (reutilización de aguasgrises) para garantizar la máxima sostenibilidad.
¿Dónde se puede ubicar una casa prefabricada?
El único requisito existente para la instalación de una casa prefabricada es disponer de un terreno apropiado, que se ajuste a la normativa de edificación vigente en el municipio donde se encuentra. La mayoría de las empresas fabricantes se ofrecen a guiar al cliente en la búsqueda del lugar idóneo para facilitar la solución más satisfactoria.
¿Qué tipo de permisos son necesarios para tener una casa prefabricada?
Dependerá de si se trata de una casa móvil o modular. Las casas móviles se consideran bienes muebles, y los permisos son los mismos que para la instalación de una caravana. Para el resto se exigen los mismos requisitos que para una construcción tradicional, y deberá consultarse en el ayuntamiento al que pertenece el terreno.
¿Cuál es el precio de estas viviendas?
Depende del tipo de vivienda, de sus dimensiones y de los materiales con que esté fabricada. Es posible adquirir a bajo precio casas prefabricadas en stock (las hay desde 13.000 euros), al que deberá sumarse el traslado y la cimentación. En cuanto a las modulares, por término medio son un 15% más baratas que las tradicionales.
Diseño luminoso de Kijukiju.
¿Una casa prefabricada es siempre la opción más económica?
Una de las características comunes entre los fabricantes de este tipo de viviendas consiste en ofrecer un presupuesto cerrado a los clientes. Es preciso asegurarse de que incluye todas las partidas. En cualquier caso, los imprevistos que encarecen las obras tradicionales son mucho más infrecuentes en este tipo de edificaciones.
¿Cuánto tardaré en disponer de la vivienda?
Varía según los fabricantes, pero por término medio se establece en unos nueve meses, con todo el proceso incluido: desde la redacción del proyecto hasta la entrega de llaves. De este plazo, un tercio del tiempo corresponde a las obras sobre el terreno, desde la cimentación a los acabados pasando por las instalaciones de servicios.
¿Qué garantías me ofrece el fabricante?
La legislación establece la misma garantía que para la construcción tradicional: diez años frente a los vicios estructurales del edificio que amenacen su estabilidad (provocando ruina total o parcial), tres años frente a deficiencias que comprometan la habitabilidad (grietas, humedades) y un año por defectos de ejecución en los acabados. Una buena opción en exteriores es el canexel, revestimiento de fibras de madera pintada muy resistente.
Los módulos preconstruidos tienen limitaciones de transporte que inciden en su tamaño. La arquitectura panelizada admite espacios más grandes.
¿Cuáles son los pasos de la idea a la ejecución?
- Proyecto. El arquitecto diseña la casa, de acuerdo con cliente y fabricante.
- Fabricación. Los módulos y paneles se producen en la fábrica o el taller.
- Cimentación. Primer paso de la instalación de la vivienda en el terreno.
- Estructura. Esqueleto de la vivienda, soporte de tabiques y cerramientos.
- Cerramientos. Sobre el material aislante se colocan los muros exteriores.
- Acabados. Se instala el revestimiento de suelos y paredes y carpintería interior.
- Carpintería. Es habitual el doble cristal con rotura de puente térmico.
- Cubiertas. Último paso. Pueden ser transitables: terraza, ajardinadas, etc.