De plástico reciclado y teñida con plantas: esta ropa no puede ser más sostenible
La firma Pangaia ha lanzado una colección de chándales confeccionados con fibras obtenidas de botellas de plástico y teñidos con tintes derivados de residuos alimentarios, frutas y plantas.
Los tintes que utiliza Pangaia para sus prendas son atóxicos, biodegradables y utilizan menos agua.
Aunque la oferta de firmas que elaboran prendas bajo criterios sostenibles todavía es minoritaria dentro de un sector -el de la moda- que es uno de los más contaminantes de la industria, cada vez hay más propuestas para el que quiere vestirse con la mente puesta en el planeta. Incluso las grandes multinacionales de la ropa comienzan a ser conscientes de que corren el riesgo de perder a una parte significativa de su clientela si no se ponen las pilas, y comienzan a ofrecer, siquiera de forma tímida, colecciones cápsula realizadas bajo pautas medioambientales.
La colección de chándales ofrece quince colores, desde el blanco y el gris más convencional hasta verdes, azules y rosas más llamativos.
Pangaia es una de esas pocas firmas de moda que no han tenido que reorientarse porque ya nacieron con el ADN sostenible bien grabado. Desde sus inicios ha apostado por la investigación y la innovación para ofrecer prendas basada en biomateriales y fibras procedentes de plástico reciclado. Entre sus logros figura una fibra a base de algas marinas o FLWRDWN, un relleno alternativo a la pluma de ave realizado con flores, en cuyo desarrollo invirtió diez años.
A ello hay que añadir que sus productos se sirven en embalajes de plástico TIPA compostables, que desaparecen a las 24 semanas convenientemente tratadas en instalaciones de compostaje.
Para el envío de sus prendas, Pangaia utiliza embalajes de plástico TIPA compostable.
La marca ha incorporado recientemente a su portfolio una colección de chándales con una gama de quince colores que van del blanco y el gris al verde, el rosa y el naranja. Todas las prendas se han teñido con tintes procedentes de residuos alimentarios, frutas y otros vegetales. Por ejemplo, las prendas de color rosa se han teñido con un tinte extraído de las raíces y los rizomas de Rubia cordifolia, una especie herbácea perteneciente a la familia de las rubiáceas. Y los pantalones y suéters con capucha Rennet de color amarillo están coloreados con extracto de la nuez de la especie de roble Quercus infectoria. Todos ellos se confeccionan en Portugal.
Cada prenda lleva una etiqueta con tecnología blockchain que registra la trazabilidad del producto.
Para reforzar la transparencia en todo el proceso de producción, cada prenda lleva una etiqueta con tecnología blockchain que muestra toda la historia de su confección. El blockchain no puede alterarse, por lo que es un buen método para reflejar con veracidad la trazabilidad del producto.