El laboratorio de investigación de IKEA Space10 ha creado una aldea de madera en miniatura para demostrar cómo las comunidades pueden crear su propio sistema circular de energía limpia. La propuesta utiliza paneles solares y tecnología en cadena de bloques para crear un sistema de energía que funcione a través de un esquema comercial de vecino a vecino.
Maqueta del pueblo SolarVille, cuya energía proviene de la luz solar
Space 10 y el estudio de arquitectura SachsNottveit han dado vida a esta idea, con la colaboración de los expertos de blockchain BLOC, Blocktech y WeMoveIdeas. Este sistema permitiría a las pequeñas ciudades crear y compartir su propia energía asequible y renovable. La instalación es un prototipo funcional de un pueblo, llamado SolarVille, construido a escala 1:50, que comprende una serie de casas de madera en miniatura iluminadas por una lámpara colgante para imitar el sol. "Nuestro enfoque de diseño fue convertir un proyecto técnico muy complicado en algo familiar, accesible y divertido", dice el cofundador de SachsNottveit, Anders Nottveit.
El concepto hace que los hogares generen su propia energía renovable utilizando paneles solares, y cualquier exceso de electricidad generada puede ser comprada por otros hogares en la comunidad directamente del productor utilizando la tecnología blockchain (en cadena). Su objetivo es democratizar el acceso a la energía renovable mediante el establecimiento de micro-redes cooperativas en las comunidades de las aldeas. "SolarVille es un concepto ambicioso pero completamente realizable en el futuro", se afirma desde Space10. "La gente compra energía renovable de su propia comunidad, lo que significa que el dinero permanece en su comunidad", añaden.
Detalle de los bloques de madera que pueblan SolarVille, conectados entre sí para compartir energía
Space10 y SachsNottveit han optado por construir el pueblo de madera maciza, por sus cualidades "cálidas y naturales", en contraste con la naturaleza más técnica del proyecto. "Otra decisión importante del diseño fue desarrollar un lenguaje arquitectónico inclusivo que combinara los detalles de construcción y las estructuras de la ciudad de diferentes culturas y países, por lo que SolarVille se puede considerar global", explican.
Las filas de pequeños LED incrustados frente a cada casa en la instalación se iluminan para mostrar la energía comercializada dentro de la comunidad, mientras que una compuerta en el lado de la mesa permite a los visitantes ver las transacciones de energía en tiempo real que se realizan a través de la tecnología blockchain. Estas características permiten a los visitantes observar e interactuar con un sistema escalable y funcional de recursos de energía que se comercializan en una red en cadena, de igual a igual, a medida que ocurre.
Una de las baterías de SolarVille
La aldea modelo utiliza paneles solares para aprovechar la energía libre y abundante del sol, asegurando que el sistema pueda almacenar eficientemente cualquier exceso de energía recibida en un día lluvioso. Luego, esta energía se distribuye mediante cables para conectar hogares en el vecindario local para crear una micro-red independiente. "La energía solar ya tiene un coste competitivo en varias áreas del mundo y solo podemos esperar una caída continua de los precios", pronostica Space10.
Esta tecnología en cadena ofrece una plataforma comercial segura y descentralizada. Registra y almacena las transacciones directas de energía entre personas, e interviene automáticamente cuando no se cumplen ciertas condiciones. Esto reduce los costes de transacción y aumenta la transparencia y la seguridad. "La eliminación de intermediarios es el paso final hacia un sistema de energía verdaderamente distribuido, que podría proporcionar a las personas energía limpia y asequible", se asegura desde Space10.
SolarVille es un prototipo, aunque sus creadores están seguros que es totalmente aplicable en la realidad de un mundo que pide a gritos nuevas energías más limpias y respetuosas c
"Los sistemas de energía centralizados suelen ser demasiado lentos y económicamente inadecuados para llegar a los 1.100 millones de personas que permanecen atrapadas en la pobreza energética", añade el director creativo de Space10, Bas Van De Poel. "Es una tarea casi imposible llegar a estas personas con las redes de energía centralizadas que tenemos hoy. SolarVille muestra que, al trabajar en conjunto, tecnologías como los paneles solares, las microrredes y las cadenas de bloques se abren nuevas oportunidades: los sistemas fuera de la red permiten que las personas salten de la red eléctrica tradicional", concluye.
SolarVille de Space10 promete un futuro mejor
Los creadores de SolarVille creen que es posible implementar estas medidas actualmente. "Podemos elegir activamente tomar medidas importantes para reducir el calentamiento global y estabilizar nuestro clima", afirma el productor creativo principal de Space10, Mikkel Christopher. "Podemos elegir activamente liberarnos de depender del agotamiento de los recursos naturales". Christopher sugiere que la implementación de este sistema permitiría tener a millones de personas una energía limpia, accesible y asequible. "La tecnología existe, por lo que el siguiente paso es tomar una decisión activa para ponerla en práctica", sentencia. Space10, un laboratorio de innovación creado por IKEA, apunta continuamente a desarrollar diseños para un futuro más sostenible. El laboratorio mismo ideó previamente un menú de hamburguesas de harina de gusanos y perritos calientes de algas que podrían ser la respuesta a la crisis alimentaria mundial.