Miramos las etiquetas de la ropa con que nos vestimos, apostamos por un consumo de alimentos más responsable, pedaleamos por la ciudad como alternativa sostenible… También podemos llevar este activismo ecológico a nuestros hijos y prestar atención a los materiales con los que están fabricados los juguetes que usan. Diseños fabricados con cartón, madera o materiales innovadores como el bioplástico, que surge a partir de materia orgánica vegetal, se convierten en la oferta más atractiva para cuidar el planeta.