Más madera para la arquitectura sostenible

Comienza en Barcelona la construcción del edificio más alto de España con este material

El edificio contará con 28 viviendas y espacios comunes para promover la vida comunitaria de sus habitantes

El edificio contará con 28 viviendas y espacios comunes para promover la vida comunitaria de sus habitantes

David Quesada
David Quesada

Redactor jefe de Arquitectura y Diseño

Una de las pocas consecuencias positivas que ha dejado la profunda crisis económica que nos azotó hace casi una década es que a mucha gente le ha abierto los ojos a nuevas realidades y alternativas para hacer las cosas de modo diferente. El resurgimiento del cooperativismo en la construcción de viviendas es un modo de dar la vuelta al esquema clásico del usuario pasivo y aislado que se adapta a la oferta del mercado para promover un modelo de producción del hábitat más participativo, solidario y eficiente.

El bloque se levanta en un terreno cedido por el Ayuntamiento de Barcelona durante 75 años

El bloque se levanta en un terreno cedido por el Ayuntamiento de Barcelona durante 75 años

Es el objetivo del edificio que promueve la cooperativa Laborda de Barcelona, cuya construcción acaba de iniciarse en el antiguo recinto industrial de Can Batlló de la capital catalana. Diseñado por el estudio Lacol –otra cooperativa, en este caso de arquitectos– en colaboración con sus futuros usuarios, el inmueble, que se levantará en un terreno cedido por el ayuntamiento de Barcelona durante 75 años, será la construcción de madera más alta de España y acogerá 28 viviendas de 40, 55 y 70 metros cuadrados. Sus impulsores prevén terminar la obra en un plazo de catorce meses.

El proyecto se basa, según sus promotores, en un modelo de tenencia no especulativo que supera el esquema clásico de la vivienda de propiedad o alquiler

El proyecto se basa, según sus promotores, en un modelo de tenencia no especulativo que supera el esquema clásico de la vivienda de propiedad o alquiler

El empleo de este material y de otras estrategias constructivas –diseño pasivo para reducir la demanda energética, uso de elementos industrializados, reutilización de agua de lluvia y aguas grises– contribuirá a reducir al mínimo el impacto ambiental del edificio tanto en la obra como durante su vida útil, preservando el confort interior de las viviendas sin aumentar el coste. Gracias a ello, el bloque tendrá la máxima calificación ecológica, lo que le ha hecho merecedor del premio europeo de Producción Social de la Vivienda 2016, que entrega la ONG suiza Urbanistes du Monde.

El antiguo recinto industrial de Can Batlló donde se levanta el edificio acoge varios proyectos autogestionados desde el año 2011 en el barrio de Sants de Barcelona

El antiguo recinto industrial de Can Batlló donde se levanta el edificio acoge varios proyectos autogestionados desde el año 2011 en el barrio de Sants de Barcelona

Además de las viviendas, el inmueble acogerá espacios comunes para promover la vida comunitaria de sus habitantes. Cocina-comedor, espacio de trabajo compartido, lavandería, almacén para plantas y espacios exteriores se organizarán alrededor de un gran patio central, a la manera de las antiguas corralas, una tipología tradicional de vivienda social y popular.

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