88 millones de toneladas de comida se tiran anualmente solo en Europa, según informaba la Eurocámara el verano pasado. En España, la cifra por persona y año (por debajo de la media de nuestro continente) es de 135 kg. Comida caducada, estropeada, producida sin sentido. En Norteamérica, el desperdicio alimentario supone unos 2.000 dólares en el presupuesto familiar anual… dinero tirado literalmente a la basura.
Táper de Ovie.
Con la intención de reducir estos vergonzantes números y evitar que acaben en los vertederos cantidades ingentes de alimentos, que bastarían para alimentar a la población mundial, nace la start-upOvie, con sede en Chicago. Su producto, una línea de lo que llaman smartware o menaje inteligente, incorpora Internet a un producto tan de casa como el táper.
Los contenedores y clips (pinzas para cerrar bolsas u otros envases), en distintos formatos, incorporan etiquetas luminosas que, dependiendo de la proximidad del producto a estropearse, cambian su código de color. Todo muy intuitivo: el círculo verde significa que el producto es fresco, el amarillo que debemos consumirlo pronto y el rojo que el contenido está ya estropeado y no resulta seguro ingerirlo.
Táper de Ovie.
“La mayoría de comida que tiramos es comida que hemos olvidado, en la que, muchas veces, hemos invertido mucho tiempo y esfuerzo”, sostiene el director general de Ovie, Ty Thompson. Las fiambreras y pinzas incorporan además el sistema Alexa de reconocimiento vocal. El usuario solo tiene que pronunciar el nombre del alimento que mete en el contenedor (tarta de limón, pisto, berenjena rellena…por ejemplo) y el sistema interpreta, según la información disponible en la red y los ingredientes que contiene la receta, el tiempo en que deberá ser consumida.
Táper de Ovie.
La línea se completacon una aplicación para móviles que permite recibir notificaciones en nuestro smartphone: “no te olvides de cenar el pollo a la chilidrón”. Aunque ya existían los frigoríficos inteligentes con un uso parecido, los nuevos tápers de Ovie tienen un precio mucho más accesible, ya que el ‘starter kit’ (tres pinzas y tres contenedores cónicos de aproximadamente litro y medio de capacidad) ronda los 75 dólares (65 euros) en kickstarter, donde la empresa ha obtenido en poco más de una semana el 80% de su presupuesto de lanzamiento (40.000 dólares)