Ideas para reducir tu huella ambiental en la cesta de la compra

Consumir local y de temporada es una forma sencilla de reducir tu impacto ambiental

Las pequeñas acciones suman, así que aprender a comprar de forma sostenible hará que reduzcamos la huella medioambiental de nuestro planeta.

Las pequeñas acciones suman, así que aprender a comprar de forma sostenible hará que reduzcamos la huella medioambiental de nuestro planeta.

Cada día encontramos más productos alimenticios que vienen del otro lado del planeta. Pimientos de Perú, espárragos de China, lentejas de Canadá, garbanzos de México o judías de Argentina son habituales en las estanterías de nuestros supermercados. Y pasan totalmente desapercibidos. La mayoría de nosotros no tenemos la costumbre de fijarnos en la procedencia de los alimentos.

Además nos hemos acostumbrado a consumir todo tipo de frutas y verduras durante todo el año: fresas, manzanas, melones, espárragos... conocer lo que nos ofrece cada estación parece algo que solo sabían nuestras abuelas.

Aunque a veces nos puede venir genial utilizar productos típicos de otros países, como para experimentar en la cocina, basar nuestra dieta en productos locales y de temporada tiene grandes ventajas para nosotros y para el planeta:

Una buena forma de ayudar al planeta es cambiar la forma de comprar y consumir productos.

Una buena forma de ayudar al planeta es cambiar la forma de comprar y consumir productos.

Menor impacto medioambiental. Menos kilómetros en el transporte significa menor gasto energético. Piensa en una manzana que viene desde otro continente a una que se recoge a 100 kilómetros de tu casa. Además algunos alimentos tienen que ser transportados en frío para su conservación, por lo que todavía tienen un mayor gasto energético.

Menos residuos. Todo se simplifica. Los productos al no tener que viajar tanto no van a necesitar tanto envasado, ni para su protección ni para su conservación.

Más sabor. En muchas ocasiones la fruta y hortalizas se recogen verdes para que puedan aguantar largos viajes. Cuando los alimentos son cercanos y de temporada hay más posibilidades que sean recolectados en su punto de maduración, lo que hace que estén mucho más sabrosos.

Más ahorro. Los alimentos en temporada son más baratos porque es cuando más oferta hay en el mercado. Solo hay que comprobar la diferencia de precio que hay entre comprar fresas o cerezas en junio que en diciembre.

Fomento de la economia local. El dinero que gastamos en productos y negocios locales tiene mucha más posibilidades que se vuelva a emplear en la misma zona, por lo que genera riqueza y empleo para la comunidad.

Estar más en contacto con los ritmos de la naturaleza. La naturaleza es sabia, provee frutas verduras y hortalizas más ricas en nutrientes en invierno que nos ayuden a soportar el frío, y más jugosas e hidratantes en verano para combatir el calor. No debemos olvidar que los seres humanos formamos parte de la naturaleza.

Las bolsas de tela son perfectas para comprar verduras y conservarlas en casa. Cada vez más empresas apuestan por este tipo de consumo.

Las bolsas de tela son perfectas para comprar verduras y conservarlas en casa. Cada vez más empresas apuestan por este tipo de consumo.

¿Y por dónde empezar para comprar más productos locales y de temporada? Te damos algunos consejos:

  • Lee las etiquetas. Los alimentos frescos, aun cuando los compremos sueltos, deben tener una etiqueta en donde se indique, entre otras cosas, la procedencia. Y en lo alimentos envasados hay que fijarse en el procedencia del producto, no donde se envasa (esto lleva a mucha confusión). Elige los más locales posibles.
  • Hazte con un calendario de productos de temporada. Si no lo encuentras en papel, también hay muchas páginas web donde puedes consultar en caso de dudas, como Soy de temporada
  • Compra en mercados de agricultores. Cada vez son más frecuentes mercados donde agricultores locales venden sus productos directamente al consumidor. Investiga en tu zona. Es una buena oportunidad de hablar con los agricultores, de entender porque ciertos productos no están disponibles (incluso estando de temporada) y de cómo afecta el clima y las estaciones a las frutas y verduras.
  • Grupos de consumo. Son grupos de personas que se unen para hacer la compra de forma conjunta directamente del agricultor o productor. Cada día son más comunes, mira en tu zona a ver si hay alguno y si no, siempre puedes crear uno con familiares, amigos o vecinos.
  • Cestas de fruta y verdura. Cada vez hay más empresas que comercializan cajas de fruta y verdura que envían semanalmente a tu domicilio. Suelen tener distintas opciones con diferentes tamaños y precios. Muchos agricultores locales están incorporando esta forma de negocio.
  • Tiendas especializadas. También hay tiendas donde dan prioridad a los productos locales, que a veces se denominan km 0. También los puestos de de los mercados de abastos suelen tener más productos locales.
  • Cultiva tu comida. Si tienes un pequeño terreno, un jardín o incluso una terraza puedes cultivar algunos productos, aunque sean unas simples plantas aromáticas. No veas la satisfacción que da utilizar en la cocina lo que uno mismo ha cultivado.
Si compras a granel puedes hacerte con tarros de cristal para conservar arroces, legumbres o hasta pasta sin recurrir a las bolsas de plástico.

Si compras a granel puedes hacerte con tarros de cristal para conservar arroces, legumbres o hasta pasta sin recurrir a las bolsas de plástico.

Como siempre no se trata de hacerlo todo, sino de ser un poco más observador y comprender que hay muchas cosas que podemos hacer sin gran esfuerzo. Imagina la cantidad de kilómetros de transporte que podemos ahorrar si todos abrimos un poco los ojos.

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