Esta es la primera vez que la organización holandesa crea un producto a partir del plástico que ha recuperado del océano como parte de su intento de "completar el círculo: de la basura al tesoro".
"Era importante que las gafas adoptaran la iridiscencia cruda y natural, ya que imita la belleza del mar y dice algo sobre el origen del material", dice Yves, fundador y diseñador principal de Fuseproject.
El producto está diseñado para ser útil y duradero y una vez que llega al final de su vida se puede desmontar fácilmente en sus partes constitutivas y reciclar una vez más.
Y es que, según The Ocean Cleanup, el plástico utilizado para crear las gafas de sol se obtiene en su totalidad del Great Pacific Garbage Patch (GPGP), un área de 1,6 millones de kilómetros cuadrados entre Hawai y la costa de California, donde se han acumulado unas 79 mil toneladas de plástico.
The Ocean Cleanup ha trabajado con el organismo de certificación independiente DNV GL para verificar el origen del plástico y desarrollar un nuevo estándar internacional sobre cómo las empresas pueden probar la "fuente y autenticidad" del plástico marino que utilizarán en sus productos en el futuro.
Dato importante: Todas las ganancias generadas por la venta de las gafas de sol se destinarán a la financiación de futuras misiones de limpieza, y cada par servirá para limpiar un área equivalente a 24 campos de fútbol, según la organización.