6 consejos para reducir a la mitad el consumo de tu casa
Esto es lo que tienes que tener en cuenta antes de construir si quieres evitar un incremento en las facturas.
La Casa IV, un proyecto del estudio Mesura en Matola (Alicante), ofrece orientaciones y rincones diversos para jugar con el sol y las corrientes de aire a favor de una óptima climFoto: Pedro Pegenaute
1. Una correcta conducta térmica
Hay que recurrir a todos aquellos sistemas que protegen el interior de oscilaciones de temperatura, es decir, que favorecen una correcta conducta térmica. La arquitectura solar pasiva aprovecha la energía del solon para mantener unas condiciones de bienestar en el interior del edificio y reducir al máximo el uso de los sistemas de climatización.
2. Construcción con materiales aislantes como la piedra natural
Los arquitectos saben que construir con piedra natural es más económico y crea una barrera resistente y duradera. Por sus características de peso y densidad, la piedra natural almacena el calor y lo va liberando poco a poco, a lo largo de uno o más días. De esta manera, no tenemos en casa bruscas manifestaciones de calor. Los muros de mampostería y piedra tienen grandes propiedades de aislamiento y aprovechan el calor pasivo.
¿Quién no ha experimentado alguna vez el placer de entrar, en pleno verano, en una antigua casa de piedra?
3. Instalación de fachadas ventiladas
La instalación de fachadas ventiladas en un edificio puede suponer un ahorro energético del 20% y hasta el 30%. Se instalan en un tiempo inferior al habitual y el mantenimiento que requieren es mínimo. Pueden ser de cerámica, de hormigón... Se trata de una serie de placas cuyas juntas son abiertas, permitiendo la circulación del aire. Las juntas entre las piezas de la fachada evita los clásicos problemas de la dilatación, así que, además, son fachadas que mantienen un buen aspecto durante mucho tiempo. ¿Otra ventaja? Se autolimpian con el agua de la lluvia.
La Casa IV, un proyecto del estudio Mesura en Matola (Alicante), ofrece orientaciones y rincones diversos para jugar con el sol y las corrientes de aire a favor de una óptima clim
Foto: Pedro Pegenaute
4. Óptima orientación
A la hora de construir o elegir una casa en la que vivir, hay que tener en cuenta el aspecto de la orientación. La mejor es la orientación este: el sol calienta desde que sale hasta el mediodía, por lo que el calor se acumula durante el día y se libera a lo largo de la tarde. La orientación oeste es el caso opuesto: el sol incide desde el mediodía hasta entrada la tarde. La orientación sur es ideal para climas fríos, porque el sol da todo el año, pero no tanto en zonas cálidas. La orientación norte, que recibe el sol a primera y última hora del día, no es la mejor para ahorrar en calefacción durante el invierno.
5. La situación de la piscina
La zona de la piscina debe orientarse de forma que el calor del sol mantenga una temperatura agradable del agua. También debemos evitar la presencia de un árbol que nos haga sombra y que a su vez pueda ensuciar el agua. Es impensable situar la piscina en la zona menos soleada de la finca. El sol y la piscina son dos conceptos que no sólo se complementan, sino que son dependientes el uno del otro.
6. La ventilación cruzada
La ventilación cruzada es lo que nuestras madres denominan la corriente de aire. Por el simple hecho de abrir una ventana no significa que el aire que entra a través de ella genere corriente de aire. Ésta se genera cuando existe una diferencia de presiones. Para airear nuestra vivienda de forma eficaz, lo que tendremos que hacer es tratar de abrir una ventana en la fachada por donde acostumbra a soplar el viento y otra en el lado opuesto (de ahí el nombre). De esta manera permitiremos que el aire pueda circular desde la zona de altas presiones a las de bajas.
La ventilación cruzada es la estrategia de enfriamiento pasivo más eficiente. Su aplicación cobra mayor relevancia en zonas de clima cálido a lo largo del año.