La Navidad viene acompañada del espíritu navideño que nos saca nuestro lado más amable y comprensivo. Tendemos a ponernos en la piel de otras personas, a ser más empáticos y, aunque sea solo por unos días, mucho más solidarios.Tenemos que aprovechar ese espíritu para además ser más sostenibles.
Unas ramas de pino, palos de canela y naranjas conseguirán vestir tu casa y dar aroma hogareño.
Decora con decoro
Decorar la casa por Navidad es algo que encanta a la mayoría de las personas. El día que dedican a esto es muy especial, es como si ese día se inaugurase oficialmente la Navidad.
¿Árbol natural o artificial? Si ya tienes uno por casa, ese es sin duda el más sostenible, aunque sea de plasticorro. Y si no tienes ninguno no hay porqué ponerlo. En realidad es una costumbre anglosajona que no tenemos porqué imitar. Hay muchas formas creativas de decorar la casa e involucrar a los más pequeños que pueden resultar mucho más activas y divertidas, como salir un día al campo a recoger ramas secas y piñas y hacer adornos con ellas, decorar las macetas que tengamos en casa o adronar con algo tan sencillo como rodajas de cítricos deshidratados.
Con papel y cartón también se pueden crear guirnaldas, coronas, o pequeños arbolitos de navidad. ¡Imaginación al poder! Además tu casa dejará de ser un clon de las decoraciones navideñas de las grandes superficies y será mucho más original.
También puedes construir tu propio árbol con materiales reciclados, si dejas participar a los niños seguro que luego se sienten de lo más orgullosos. Y si eres de los que no pueden pasar una Navidad sin un árbol natural, asegúrate de que venga en maceta y de que al acabar las fiesta se replante.
Se puede crear un menú sin carne ni pescado con soluciones muy sofisticadas, perfecto para sorprender en las reuniones familiares.
Que el espíritu navideño no te atiborre
¡Qué no nos falte nada en Navidad! Parece que no podemos concebir unas navidades sin acabar con el estómago a reventar. Más importante que la cantidad es juntarse en la mesa, disfrutar de la compañía y saborear todo aquello que comemos.
Por suerte la gran mayoría de nosotros podemos comer lo que queramos cualquier día del año, por lo que no necesitamos nada distinto en estas fechas. Muchas veces buscar lo especial de lo especial nos lleva a un gasto absurdo de dinero y a comprar productos que vienen de la otra parte del planeta. Consumir local y de temporada es fundamental.
Hay Navidad más allá de los langostinos y el cordero. El consumo de carne y de pescado se dispara en estas fechas, y son los que tienen un mayor impacto medioambiental. Si quieres que las comidas sean más sostenibles incluye más platos vegetarianos y reduce los de procedencia animal. Además suelen ser opciones mucho más saludables.
Si esperas 7 invitados no prepares comida para 14. Nadie se va a quedar con hambre si preparamos solo un poquito más de lo necesario. El desperdicio alimentario es habitual en estas fechas. Y comer los restos de de la la comida de Navidad durante la siguiente semana es algo que no suele apetecer después de todos los excesos.
Regalos envueltos con papel craft y ramas de pino
Recicla tu forma de regalar
Esta es la época más consumista del año. Solo hay que darse una vuelta por cualquier centro comercial para comprobarlo. No tenemos por qué tirar la casa (y al planeta) por la ventana. Por suerte a la mayoría de nosotros nos pasa lo mismo que con la comida, tenemos más de lo que necesitamos. ¿Has pensado alguna vez en la cantidad de objetos que te han regalado y que apenas has utilizado? Cada vez que pienso esto me horroriza. Muchos regalos ni siquiera los he utilizado una sola vez.
No regales por regalar. Mejor ir a lo práctico y a lo seguro. Muchas veces no pasa nada por preguntar lo que le hace ilusión a la otra persona, siempre nos puede hacer alguna sugerencia con la que nos sea más fácil acertar.
Además, hay muchas más formas de regalar que no implican un consumismo absurdo y pasar horas en un centro comercial abarrotado de gente:
Regala experiencias
Un bono para un masaje o para un spa, una noche de hotel en un lugar mágico, unas entradas para el teatro de esa obra que sabes que le va a encantar, un curso de algo que sabes que le gusta pero que necesita un empujón para comenzar… Son regalos que no se quedarán arrinconados y que van a ser recordados con cariño.
Receta de galletas en un tarro
Regala algo hecho por ti
Si se te da bien la fotografía, la pintura, la costura, la escritura, la cocina… utiliza tus habilidades para hacer un regalo personalizado.
Regala juguetes educativos
Con los más pequeños intenta buscar regalos que les aporten algo más allá del entretenimiento, educativos y duraderos. Aunque muchos padres y familiares se tengan que atar las manos para no regalar todo lo que desearían, en estos casos, menos es más. La creatividad de los niños no tiene límites, por lo que mejor no restringirla con nuestros regalos.
Ha llegado un momento en que a veces la Navidad parece una carrera de obstáculos entre cenas de empresa, quedadas de amigos, compras de última hora y comeduras de cabeza por no saber qué poner para cenar. En realidad todo es mucho más sencillo, debemos relajarnos y disfrutar. ¡Es Navidad! Así que haz que estas navidades sean más sostenibles, para ti, para tu entorno y para el planeta.