Claves para evitar el desperdicio alimentario en casa

La agricultura es un gran contribuyente al cambio climático y parte de su producción la desaprovechamos. Si el desperdicio alimentario fuera un país, sería el tercero del mundo en emisiones.

Planificar bien la compra de comida antes de cocina hará que generemos menos residuos

Planificar bien la compra de comida antes de cocina hará que generemos menos residuos

Un tercio de la superficie agrícola mundial se dedica a producir alimentos que luego desechamos. Como consumidores tenemos mucho que mejorar, ya que el 42% de este desperdicio se genera en nuestros hogares.

Esto se debe a muchos factores: a veces compramos o cocinamos más de lo que necesitamos, otras veces tenemos mucho trabajo y al llegar a casa nos da pereza cocinar lo que tenemos en la nevera, nos apetecen cosas distintas, o sencillamente no le damos importancia, ya que no nos supone un gran gasto económico.

Tirar comida se ha convertido en algo habitual, ocho de cada diez hogares españoles reconocen desechar comida que ni siquiera han preparado. Hoy te vamos a dar unas claves para evitar, o por lo menos reducir, tanto derroche.

Unsplash | Meric Tuna

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Sé consciente del problema

No tiene ninguna lógica desechar recursos que no vamos a utilizar. Piensa en todo el proceso: la siembra, el cultivo, la recolección, el transporte… Tanto trabajo para acabar en la basura.

La producción de alimentos que luego desechamos genera el 8% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero. Eso sin contar la deforestación que supone dedicar esos terrenos al cultivo, ni los residuos que produce el empaquetado.

Además, en un mundo en el que todavía más de 820 millones de personas pasan hambre, dice muy poco de nosotros que en algunos lugares se tire la comida que tanta falta hace en otros.

Sal de casa con la lista de la compra hecha

Mejor revisar la despensa, el frigorífico, el congelador y apuntar todo lo que necesites antes de salir, ya que en ocasiones la memoria falla. No te va a llevar más de dos minutos que seguro recuperarás al hacer la compra con las ideas claras.

Esto no significa ir con la mente cerrada, la lista puede ser un poco moldeable. Sobre todo con los productos frescos, dependiendo del aspecto, de la frescura y del precio, se pueden sustituir por otros, pero siempre teniendo en cuenta en no comprar de más.

Unsplash | Jan Kahanek

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Planifica el menú semanal

Esto te ayudará a hacer la lista de la compra con mucha más precisión. Además ahorrarás tiempo en la cocina sabes más o menos qué vas a comer cada día.

A la compra siempre con el estómago lleno

Está comprobado, cuando vamos a comprar con hambre tendemos a comprar más. Así que mejor comer algo antes de salir para que nos guíe la cabeza y no el estómago.

Aprovecha las nuevas tecnologías

Cada vez hay más aplicaciones para aprovechar la comida que en tiendas y restaurantes se va a tirar porque están a punto de caducar, son un poco feas o porque han preparado más de la cuenta. Aplicaciones como TooGoodToGo o EncantadoDeComerte te ayudan a encontrar locales con excedentes de comida a un precio muy barato. Salvarás esa comida del vertedero y ahorrarás dinero.

Compra menos cantidad más a menudo

Las frutas, las verduras y el pan son los alimentos que más desperdiciamos. Comprar todos los productos frescos en pequeñas cantidades nos ayudará a generar menos desperdicios y además nuestro bolsillo nos lo agradecerá.

Lo que primero que entra es lo primero que sale

Una norma muy básica: consumir primero los alimentos que llevan más tiempo en casa, o menos duraderos. Cuanto más los dejes en fondo de la nevera y peor apariencia tengan más pereza te va a dar prepararlos y más posibilidades que acaben desaprovechados.

Unsplash | Ella Olsson

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Prepara la comida con antelación

En la actualidad se habla mucho del batch cooking, que resumiendo mucho consiste en dedicar unas horas a la semana para preparar la comida de los siguientes cuatro o cinco días.

Este método sobre todo se utiliza para comer más sano, no hay nada como llegar a casa y saber que tienes la comida preparada para evitar tirar de procesados, pero también ayuda con el desperdicio. Hay muchas menos posibilidades de que tiremos los alimentos que ya están cocinados. Más del 80% de la comida que desechamos es sin cocinar

Dedicar unas horas del domingo a preparar comida puede conseguir que la semana siguiente ahorres mucho tiempo en la cocina, comas más sano y generes menos residuos.

Unsplash | Max Delsid

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Practica la cocina de aprovechamiento

Con las sobras salen platos riquísimos que van a ser difícil de repetir. Es una muy buena forma de experimentar en la cocina y con nuestra creatividad.

También puedes aprovechar los restos de las verduras para hacer caldo, como las peladuras de las zanahorias, la parte más verde de los puerros o las hojas de la coliflor.

Qué no te confundan las fechas

Hay que distinguir entre la fecha de caducidad y la de consumo preferente. La fecha de caducidad es a partir de la cual un producto no se debe consumir porque podría causar daño a nuestra salud, mientras que la de consumo preferente es la fecha en la que la calidad del producto puede empezar a disminuir, pero no significa un peligro a nuestra salud. Muchos alimentos llevan fecha de consumo preferente, así que pruébalos antes de desecharlos.

En realidad no necesitamos los frigoríficos tan atiborrados. Además, todo son ventajas: simplificamos la compra, ahorramos dinero, generamos menos basura y reducimos nuestra huella ambiental. Bueno para nosotros y bueno para el planeta.

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