Visitar la COP25 no te deja indiferente. Nada más salir del metro impresiona comprobar que toda la publicidad y carteles son sobre la necesidad de cuidar el planeta. Incluso una compañía como Coca Cola te invita a no comprar (“si no vamos a reciclar juntos”).
Campaña de Coca Cola en la COP25
Foto: Vivir sin plástico
Se celebra en el Ifema y hay dos zonas bien diferenciadas: la azul, administrada por las Naciones Unidas, que es la zona de negociación, donde están las salas de las delegaciones, llena de periodistas y representantes de los diferentes países; y la verde, un espacio ciudadano de participación social a la que cualquiera puede acudir, previo registro.
Burbujas de contaminación
Foto: Vivir sin plástico
Fuera de la zona verde se encuentra la instalación “Burbujas de contaminación” (Pollution Pods) una mezcla entre arte y ciencia. Se trata de cinco cúpulas geodésicas conectadas entre sí en forma de anillo. En cada una de estas cúpulas tiene una simulación de la calidad del aire de diferentes ciudades, Londres, Pekín, Nueva Delhi y Sao Paulo. El aire varía en su espesor, tono, olor y también lo hace la temperatura de cada cúpula. Es una manera muy efectiva de sentir en tu propio cuerpo lo que los habitantes de alguna de estas ciudades están padeciendo.
Interior de la Burbuja de contaminación de Nueva Delhi
Foto: Michael Pinsky
Una vez dentro del recinto de la zona verde, donde las empresas patrocinadoras tienen gran representación, lo que se respira en el ambiente es el mensaje de que ha llegado la hora de actuar.
Hay información de diferentes asociaciones y proyectos, un espacio para los Pueblos Originarios de Chile, otro para jóvenes e incluso un escenario con música en vivo. Cada día hay actividades muy diversas. Recibieron cerca de 1.500 propuestas de las que se han seleccionado 450. Puedes consultar la agenda aquí.
En una de las zonas hay un mural con cartas de niñas y niños donde puedes leer cosas como esta: “Querida Cop25 (...) os quiero pedir de todo corazón un buen futuro, hay gente que lo ha tenido y yo también lo quiero (...) Por muy pequeños que seamos nos damos cuenta de las cosas, en cambio vosotros sois mayores y no es que sepáis todo lo que pasa, es que os da igual porque ya habéis vivido lo suficiente. Yo no, y quiero vivirlo.” Esperamos que estos mensajes calen en los dirigentes de la zona azul.
Muro de cartas a la COP25
Foto: Vivir sin plástico
Hay charlas y conferencias de todo tipo. Asistimos a una sobre reforestación en la que nos enteramos de que un solo árbol de 20 años absorbe en un año el CO2 emitido por un vehículo que recorre entre 10.000- 20.000 km. Está claro que necesitamos más árboles y menos coches. En otra charla comprendimos que el compostaje de los residuos orgánicos es el futuro, en especial el compostaje doméstico, ya que no solo reduce el impacto ambiental generado por el transporte, sino que además supone un gran ahorro de dinero.
También nos encontramos con una Biblioteca Verde por el Clima, con muchos títulos muy actuales e interesantes sobre medio ambiente. Ellos te envían por correo sin gastos de envío el libro que quieras, pero los costes del envío de vuelta corren de tu parte.
Concierto de Leo Minax en el escenario de la COP25
Foto: Vivir sin plástico
Los mensajes del Gobierno de España con los motivos por los que actuar están por todos los lados: “¿Cambiamos nuestro sistema energético para que no cambie nuestro clima?”, “la calidad del aire es calidad de vida” o “¿la naturaleza depende de nosotros o somos nosotros los que dependemos de ella?”
Está claro que cada vez la sociedad es más consciente de la importancia de actuar y que los gobiernos e instituciones tiene claro lo que hay que hacer. Aunque quedan varios días para conocer los acuerdos a los que se llegan en esta cumbre, tenemos esperanza. Esperamos que se tomen decisiones oportunas porque “es tiempo de actuar”.