La sostenibilidad también ha llegado al mundo de las casas prefabricadas, una opción económica y muy rápida de conseguir la casa de nuestros sueños si se dispone de suelo edificable. Además, con las mismas garantías que el resto de viviendas, puesto que rige la misma normativa municipal.
Dentro del catálogo de casas prefabricadas, es habitual que se pueda elegir el material de construcción, así como los acabados. De esta forma, incluso si no se trata de una constructora especializada en viviendas sostenibles, la nuestra puede llegar a serlo.
Las casas modulares de madera son las más ligeras, solo superadas por las de PVC. Están muy extendidas y podemos encontrarlas de madera reciclada o de madera de explotación sostenible, con certificado FCS. Suelen tener los precios más ajustados y es ideal para un entorno rústico. Una de sus grandes ventajas es el aislamiento térmico.
Brockloch Eco Retreat en madera
Aunque el acero es seguramente la mejor opción, ya que se trata de un material sostenible y no requiere casi de mantenimiento. Se trata de un material 100% reciclable y perfecto para la producción en cadena. Como pasaba con la madera, ayuda a reducir el gasto energético al ser aislante térmico.
Posiblemente, el acero sea el más indicado para un diseño moderno y actual. Un buen ejemplo de modernidad e integración en el medio natural es el módulo VIPP Shelter. Se trata de un refugio de 55 metros cuadrados en acero que se funde perfectamente con la naturaleza. Sus dos cristaleras laterales permiten disfrutar del interior y el exterior a la vez. Aunque puede trasportarse hasta cualquier localización, no se trata de una vivienda móvil.
VIPP Shelter, modulo en acero
Estos dos materiales son preferibles al PVC, que tiene como ventaja la gran estandarización de producción que hay. Por lo tanto supone un ahorro en materiales y energía, pero no se trata de un material sostenible de por sí. Tampoco podemos olvidarnos de los contenedores de carga marítimos: ligeros, resistentes, muy adaptables, apilables y versátiles. Eligiendo un revestimiento sostenible adecuado se puede conseguir un aspecto atractivo. La reutilización de material es sin duda lo que hace de este tipo de vivienda una opción más ecológica que una vivienda convencional. No solo se reducen costes, también residuos y energía.
No hay que pasar por alto que la expansión vertical también tiene muchas ventajas de cara a la sostenibilidad. La necesidad de servicios, como pueden ser tiendas, hospitales o colegios, hace que vivir una zona de casas independientes, adosadas o bajas demande el uso del coche. Algo que no ocurre si se utiliza la construcción vertical y se concentra la población en una zona de forma sostenible, y no como ocurre ahora en las grandes urbes mundiales.
Es por esto por lo que también resultan interesantes las viviendas modulares apilables. En Nueva York son conscientes de que las viviendas modulares son un avance y, a pesar de la normativa municipal, han permitido la construcción de un edificio a base de módulos My Micro NY. Las viviendas de un solo módulos son inferiores al mínimo estipulado allí, 37,16 metros cuadrados y están pensadas para una o dos personas.
My micro NY nARCHITECTS, copyright MIR