Esta personalización permite nuevas perspectivas, en apariencia y función, para el icono. Puede integrarse en salones o ser una pieza destacada dentro de oficinas diáfanas, donde la flexibilidad es muy necesaria.
"Cuando nos conocimos, Benjamin se había graduado recientemente y estaba exhibiendo su trabajo como parte de un concurso de talentos de diseño en Alemania. Colaboramos en algunos proyectos más pequeños antes de inventar Pod. Incluso en ese entonces, tenía el mismo enfoque en el material y el proceso, por lo que la relación entre él y De Vorm fue natural. Ambos teníamos muchas ganas de crear algo nuevo", afirma Jeroen Ter Hoeven, fundador y CEO.
Si nos remontamos a 2011, Pod fue la primera de la marca fabricada con fieltro PET. Se necesitaron muchos años de prueba, investigación y desarrollo para lograr su diseño final, que introdujo una técnica de prensado única para la producción. El resultado, hasta el día de hoy, sigue siendo la forma más grande jamás realizada con este material: se necesitan hasta 600 botellas de PET para producir cada sillón.
"Tanto Hubert como yo, admiramos la tipología de los sillones orejeros, la protección que ofrecen. Pero no queríamos hacerlo de una manera clásica (con mucho tablero, forma y tapizado), pues su pesadez no era apta para la exportación, y el tiempo de producción era agotador y caro. Para empezar, Benjamin y yo hicimos una lista de todos los aspectos negativos de los sillones orejeros privados y buscamos formas de solucionarlos", añade el director ejecutivo.
"Siempre comenzamos con el material y el proceso, y solo luego pasamos al diseño. La mayoría de las marcas comienzan al revés; imaginan un diseño y luego descubren cómo hacer ese diseño. De esa manera, siempre hay compromisos de precio, material o el diseño", concluye.