Si todo vuelve, ¿volverá el mueble castellano?

Seguro que te ha pasado. A ti, o a algún amigo. Ver un piso de alquiler que te encanta, pero que tiene unos muebles que no son de tu agrado. Quizá son demasiado robustos, quizás demasiado viejos, quizás las dos cosas a la vez... El mundo de los pisos de alquiler está lleno de decoraciones...de alquiler. Pero, antes de descartar un piso por su decoración, piénsatelo dos veces. Esa estantería de madera robusta que –a priori– te hace tanto daño a la vista, puede convertirse en el próximo protagonista de la Feria de Milán. Piénsalo, si lo retro está de moda, si las piezas de artesanía han vuelto, si hasta el gotelé se lleva, ¿por qué no debería volver el mueble robusto, también conocido como mueble castellano?¿Sabes cómo detectarlo?

Tal y como lo conocemos, el mueble castellano nació en el siglo XVI, se consolidó en el XVII y vivió un segunda juventud a finales del siglo XX. ¿Por qué no debería volver ahora?

Robusto por definición, incorpora pequeños detalles, motivos vegetales, medallones o cuarterones, que lo hacen aún más irresistible. Con ellos, se decoraban tanto las casas de las familias humildes como los palacios de la nobleza.

Aunque la mayoría son de madera oscura (nogal, castaño...), el mueble castellano no tiene únicamente a la madera como elemento principal. Otros materiales como el cuero o el hierro forjado se combinan con la madera para darle más personalidad.

El mueble castellano se está volviendo cada vez más popular: cada vez hay más firmas que lo están incorporando a su catálogo, y en muchas ferias del mueble se han podido ver colecciones donde aparece como una de las principales novedades. Y no solo en forma de mesa o de silla o de cómoda, sino también como puertas, o como puertas de armarios...

En un momento como este, en el que reivindicamos el estilo rural, en que lo rústico sube enteros, qué mejor que recurrir al mueble castellano; es un tipo de mobiliario perfecto para crear un ambiente natural. Y si lo percibes como bloques demasiado pesados, no tienes más que actualizarlos con una nota de color vibrante. Eso sí, no cambies nunca los tiradores; son su seña de identidad.

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