Quién fue Marianne Richter, la reina de las alfombras y tapices mid century que casi nadie conoce

La relevancia artística y cultural de las alfombras y tapices del taller de Märta Måås-Fjetterström está fuera de toda duda, y figuran entre las colecciones de algunos de los museos y galerías más prestigiosos. De entre los artistas que trabajaron allí, la tejedora Marianne Richter fue una maestra del color y de la técnica rya, y sin embargo, sigue siendo una gran desconocida para el gran público.

Marianne Richter trabajando en su estudio, en los años cincuenta

Marianne Richter trabajando en su estudio, en los años cincuentaFoto: © Märta Måås-Fjetterström Studio

Alejandra Manzano
Alejandra Manzano

Periodista especializada en arquitectura, interiorismo y diseño

Hace poco más de una semana que nos visitaba la diseñadora, teórica del color y ahora, artista textil Hella Jongerius, para recoger el premio a su carrera otorgado por Madrid Design Festival. Su fugaz estancia en nuestro país ha coincidido, más o menos, con el décimo aniversario de su intervención en los espacios comunes de las Naciones Unidas de Nueva York, en 2013. El edificio es conocido porque fue diseñado por un equipo de arquitectos formado por Le Corbusier y Oscar Niemeyer, entre otros. Aunque por aquel entonces a Jongerius aún no le había dado fuerte por tejer, ya apuntaba maneras, y colocó una maravillosa cortina hecha con pequeñas piezas de porcelana entretejida con nudos.

©Frank Oudeman. Cortesía de Hella Jongerius Studio

©Frank Oudeman. Cortesía de Hella Jongerius Studio Foto: ©Frank Oudeman. Cortesía de Hella Jongerius Studio

Por qué les cuento todo esto, se estarán preguntando. Pues porque en esa misma remodelación, en una de las cámaras, se colocó un tapiz de la artista Ann Edholm; pero la idea de colocar tapices de dimensiones monumentales venía de los años cincuenta. Antes que Hella y Ann, existió Marianne Richter. Ella fue la primera, en 1952, en tejer un tapiz para decorar estos espacios dedicados a negociar la paz en el mundo. Diseñar algo a lo que mirar mientras se discuten asuntos de tal calibre es una tarea con mucha responsabilidad. No se lleven a engaños: la responsabilidad del diseñador existe y es real. Que se lo digan a Marianne.

Alfombra firmada por Marianne Richter, donde se aprecia el tejido en horizontal. Imagen cortesía de Mansour.

Alfombra firmada por Marianne Richter, donde se aprecia el tejido en horizontal. Imagen cortesía de Mansour.

Tras licenciarse en Konstfack, también conocida como University of Arts, Crafts and Design de Estocolmo (Marianne ni siquiera aparece como una de sus alumnas notables) Richter fue una de las ex alumnas de este centro elegidas por la diseñadora Barbro Nilsson para incorporarse al taller de Märte Måås-Fjetterström en Båstad. Precisamente, Nilsson había recibido el encargo, en 1942, de dirigir el taller, en el que permaneció los 30 años siguientes y que le hizo ganarse el título de ser la "artista textil sueca número 1".

 

Alfombra diseñada por Marianne Richter con la técnica rye. Actualmente solo pueden encontrarse en anticuarios. Imagen cortesía de Nazmiyal Collection NY.

Alfombra diseñada por Marianne Richter con la técnica rye. Actualmente solo pueden encontrarse en anticuarios. Imagen cortesía de Nazmiyal Collection NY.

Otros encargos importantes incluyen grandes alfombras de pelo anudado para varias embajadas suecas (en Buenos Aires, Brasilia o en Teherán). Además, Marianne Richter pintaba bocetos para tejidos planos gobeläng, que a menudo se tejían en el estudio de MMF AB en Estocolmo, incluso por su hija Sara Richter. Muchas de sus composiciones se crearon para salas de juntas y hoteles, y posteriormente se reprodujeron en diferentes dimensiones para residencias privadas. Hoy se pueden encontrar en anticuarios especializados en textil por precios que van desde los 300 hasta los 20.000 €.

Los motivos geométricos y el uso de colores vivos son una de las señas de identidad de los diseños de Marianne Richter. Imagen cortesía de Doris Leslie Blau.

Los motivos geométricos y el uso de colores vivos son una de las señas de identidad de los diseños de Marianne Richter. Imagen cortesía de Doris Leslie Blau. Foto: Imagen cortesía de Doris Leslie Blau

 

 

Marianne enseguida encontró un estilo propio, basado en colores atrevidos y optimistas y elementos geométricos. Incorporó a su trabajo materiales entonces novedosos, como el yute, el cáñamo o la cuerda de papel trenzados magistralmente con la técnica rya. Los nudos rya son los que más a menudo se encuentran en la parte inferior de un tejido para crear un fleco. Pero también pueden colocarse en cualquier lugar de la pieza para crear una composición más interesante. Estos nudos también se utilizan para crear una textura de alfombra peluda, porque el nudo mantiene los extremos del hilo en su sitio. 

Cortinas colgadas en el Salón del Consejo Económico y Social de la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York.

Cortinas colgadas en el Salón del Consejo Económico y Social de la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Foto: Naciones Unidas (Departamento de Información Pública).

El tapiz más grande del mundo

Hay encargos que cambian una vida. O deberían. En el caso de Richter, fue el diseño de un tapiz para adornar la Sala del Consejo Económico del edificio de las Naciones Unidas en Nueva York. Para llevarlo a cabo, necesitó diez tejedores y dos años. El tapiz tenía una superficie de 220 metros cuadrados, aproximadamente 7 metros de alto y 22 metros de largo y se tejió en cuatro piezas: un borde inferior y una sección superior para cada uno de los dos lados. Tal y como se diseñó, los hilos de urdimbre discurrían horizontalmente, mediante una técnica que reducía la caída una vez colgado: el tapiz pesaba 300kg

Boceto de diseño en acuarela sobre papel, tapiz de la Cámara del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas.

Boceto de diseño en acuarela sobre papel, tapiz de la Cámara del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas. Foto: Fotografía de Matti Östling, de las colecciones del Centro Sueco de Arquitectura y Diseño

Las dos cortinas-tapices se instalaron en 1952 como regalo del gobierno sueco, y en su día fue conocido como el tapiz más grande del mundo. Estuvieron colgadas durante 17 años, hasta que en 1968 se advirtió que grandes trozos mostraban signos de desintegración. Los textiles se desmontaron y se enviaron a Suecia, con la esperanza de que alguien encontrara una solución para devolverles su antiguo esplendor. Con un equipo liderado por Karen Finch, Barbro Nilssony la propia Marianne, las pruebas demostraron que el pH de la lana había cambiado. Esto se debía a que los productos químicos utilizados en el tratamiento ignífugo -exigido por la ley neoyorquina para todos los tejidos presentes en edificios públicos- habían cambiado por la exposición a la luz solar y la humedad de Nueva York, deteriorando la pieza. Por suerte, la pieza pudo recuperarse, volvió a colgarse, pero al haber encogido en el proceso, se guardó para siempre.

El tapiz se restauró en 1968 en Suecia, con un equipo de restauradores liderado por Karen Finch, que había trabajado en el Victoria & Albert Museum.

El tapiz se restauró en 1968 en Suecia, con un equipo de restauradores liderado por Karen Finch, que había trabajado en el Victoria & Albert Museum. Foto: Cortesía de Karen Finch

Marianne Richter fue una diseñadora prolífica, que creó cientos de patrones en alfombras y tapices, que también dio cuenta de su interés por mantener estás técnicas artesanas y transmitidas de generación en generación,  las personas y la vida en las ciudades con libros ilustrados. Es de justicia que se conozca su visionario trabajo, ya que fue una de las maestras del color y de la técnica textil del siglo XX. 

 

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