Querrás vestir tu casa con muebles de Hermès
En su nueva coleción para hogar, Hermès imagina los objetos que nos acompañan como una conjunción sublime de creaciones de artesanos y creadores de la maison junto a otras surgidas del amor por lo esencial de diseñadores como Jasper Morrison y Normal Studio. De esa amalgama han florecido estas piezas emocionales que se inscriben en nuestro tiempo con vocación de durar para siempre
Angels Manzano
Periodista especializada en decoración y diseño interior
El diseño de la nueva colección de Hermès para la casa se ha concentrado en convertir los materiales naturales en un poema de jugosos colores y formas eternas. La materia prima se alía con los artesanos que con sus manos expertas y sensibles dan forma a ese objeto que empezó en un papel y fue tomando la dimensión de un mueble, un jarrón, un plaid, una alfombra o un centro de mesa que desprenden el sello de la maison.
La silla que Jasper Morrison diseñó en 1997 para el convento de La Tourette de Le Corbusier forma parte de la colección, editada ahora bajo esa forma de hacer inconfundible de la firma centenaria, que ha dotado a la esencialidad supernormal de Morrison de un halo sublime e inolvidable. La silla original se acompaña de una mesa y una nueva versión de silla con brazos y asiento de cuero Otra de las colaboraciones de este año es la de la pareja de diseñadores del estudio francés Normal Studio, que firma la mesa de centro Hippodrome.
Las alfombras Tremplin, H Vibration y Escalator, con composiciones diseñadas por Gianpaolo Pagni y Studio Hermès, han sido delicadamente bordadas manualmente y trazadas por un fino cordón de algodón con una técnica laboriosa e inusual. Tres cajas cuadradas de madera maciza (casia, caoba y zapote) con las tapas de "cuero completo" en marquetería interpretan patrones inspirados en los diseños en sedas jockey. Las piezas descritas forman parte de esta mágica colección en la que los volúmenes y las expresiones se transponen fielmente al corazón del material y en las que el espíritu de Hermès irradia, como siempre, una belleza única y atemporal.