Muere el diseñador Ingo Maurer, el gran poeta de la luz
Con motivo de su fallecimiento a los 87 años esta semana, rendimos homenaje al revolucionario creador que transformó las lámparas en criaturas amigables, objetos poéticos, irresistibles y con una pizca de humor.
El pasado lunes 21 de octubre no fue un lunes cualquiera para el mundo del diseño. En la ciudad de Múnich nos dijo adiós uno de los diseñadores de luminarias más célebres y geniales de las últimas décadas: el alemán Ingo Maurer. Nacido en la isla de Reichenau en el año 1932, tras probar suerte como tipografista se propuso estudiar diseño gráfico. En 1960, con ansias de conocer otros lugares, no dudó en hacer las maletas y trabajar en Estados Unidos como diseñador gráfico independiente. Aunque no fue hasta tres años después, en 1963, que volvería a su Alemania natal con el propósito de revolucionar la industria de la iluminación al fundar Design M, la cual tiempo después acabó renombrándose como Ingo Maurer GmbH.
Sus primeros diseños llamaron de inmediato la atención de templos museísticos como el MoMA de Nueva York, aunque una de sus mayores alegrías la vivió cuando en 1984 presentó el novedoso YaYaHo, un sistema de reflectores halógenos de bajo voltaje colgante que permitía a los usuarios variar la altura y posición de cada elemento. Por mucho que le han intentado copiar la idea desde entonces, nadie ha podido emularla con tanto éxito.
Su imaginación, plasmada en innumerables diseños de lámparas que, décadas después, siguen derrochando creatividad y fascinación por partes iguales en todo tipo de rincones y hogares de todo el mundo, también conquistó a museos y centros de arte de reputación internacional. Su obra no sólo puede contemplarse en espacios como el Museo Vitra, sino que también ha formado parte de instalaciones y pasarelas, ya que en 1999 Maurer fue el responsable de crear una iluminación de lo más especial que pudo verse en el desfile que Issey Miyake realizó en la Semana de la Moda de París. Su legado es incontestable y, aunque se haya ido físicamente de este mundo, su extensa obra perdurará para siempre.