Los diseños de Sacha Lakic parecen venir del futuro en su forma y en su fondo

Apasionado del mundo del motor –posee su propia marca de motocicletas–, Sacha Lakic ha hecho del dinamismo formal y la innovación material su imagen de marca como creador de objetos y espacios. De su feliz encuentro con Roche Bobois ha surgido una relación simbiótica y duradera.

Retrato de Sacha Lakic en la tienda de Roche Bobois en Barcelona

Retrato de Sacha Lakic en la tienda de Roche Bobois en BarcelonaFoto: Cecilia Díaz Betz

David Quesada
David Quesada

Redactor jefe de Arquitectura y Diseño

Sacha Lakic (Belgrado, 1964) ha abrazado el espíritu de los tiempos y se ha convertido en un nómada digital. A raíz del confinamiento por la pandemia, en su estudio de Luxemburgo optaron por el teletrabajo, y esa decisión se ha mantenido. Sin cortar del todo los lazos con la oficina matriz, se ha instalado una temporada en Barcelona, primera parada de un periplo que probablemente le llevará a otros sitios más adelante.

 

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Aprovechamos para hablar con él en el showroom de Roche Bobois en la Ciudad Condal, sobre su longeva relación con la editora francesa y también sobre la naturaleza de su trabajo. Visionario, Sacha conjuga futurismo y tecnicidad extrema en creaciones que parecen avanzarse a su tiempo, sean estas reales o imaginarias –como sus espectaculares casas y hoteles conceptuales–, con las que hace buena una expresión japonesa que suscribe plenamente: "Hay que partir del futuro para llegar al presente".

 

Concepto de hotel Nautila frente a la costa de Dubái

Concepto de hotel Nautila frente a la costa de Dubái

Hijo de un diseñador de moda formado en la capital serbia antes de que la familia se instalara en París, donde creció, habría seguido los pasos de su padre –"a los doce años ya aprendí a utilizar la máquina de coser y a personalizar mi ropa"– si no fuera porque un día, siendo adolescente, se cruzó en su camino el Ford Mustang que conducía Steve McQueen en el mítico film Bullitt (1968). "Me quedé tan alucinado con su diseño que luego intenté reproducir de forma obsesiva mi propia versión del coche, y de ahí pasé a recrear otros vehículos, de modo que a la edad de dieciséis o diecisiete años tenía un dominio de la técnica del dibujo extraordinario con relación a mis compañeros. Fue a través de esa pasión por el dibujo como llegué al oficio de diseñador".

 

De hecho, y a pesar de ser un entusiasta de la vanguardia tecnológica, Sacha sigue apegado a su habilidad manual. "En el estudio utilizamos mucho la impresión 3D en la fase de desarrollo del proyecto, pero la primera etapa del proceso la sigo haciendo dibujando a mano sobre el papel, porque es la forma más rápida de representar físicamente una idea que tienes en mente".

 

Concepto de cabina suspendida Nest sobre el Gran Cañón de Colorado

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Afinidad personal

De su salto al mundo del mueble desde sus inicios como creador de vehículos, Sacha comenta: "Todas las aventuras comienzan por un encuentro entre personas. En mi caso fue cuando conocí a François Roche, fundador de Roche Bobois. Él había visto algunas motocicletas que había proyectado para la marca japonesa MBK-Yamaha. Me dijo que debía intentar diseñar muebles porque estaba convencido de que yo tenía potencial para ello. Para mí fue impactante descubrir que un personaje como él creyera en mí hasta ese punto".

Considera que el éxito de su relación duradera –y exclusiva en el mundo del mobiliario– con la editora francesa se ha basado en intentar comprender el ADN de la firma y de combinar su historia con sus propios deseos. "Cuando nos encontramos, a mediados de los años noventa, la empresa se hallaba en una encrucijada, con la necesidad de sacudirse cierto aburguesamiento y de dar un aire más moderno a sus productos. Lo que marcó ese cambio tanto para la empresa como en mi relación con ella fue la colección Speed Up de 2004, de aire depurado y a la vez sofisticado. Cuando François la vio dijo: ‘Esto es lo que necesitábamos’".

Tecnología con alma

Se trate de un sofá, un aparador o una casa, en sus diseños siempre es evidente esa querencia por el dinamismo y la innovación tecnológica heredados de su pasión por los automóviles. "El deseo de crear formas fluidas que expresen velocidad es algo que surge de forma natural cuando proyecto. Si observas la foto de un animal o de un atleta en plena carrera verás una imagen congelada, pero incluso así puedes apreciar la idea de movimiento en la musculatura, la posición de los brazos o las patas... Eso es lo que persigo con mis creaciones".

 

Para una de las colecciones más icónicas de Roche Bobois, Bubble (2014), Sacha desarrolló Techno 3D, un innovador tejido extensible en tres dimensiones capaz de envolver las formas redondeadas de los asientos. En todo caso, esa imagen futurista que destila su trabajo no eclipsa las raíces humanistas y la dimensión emocional de lo que hace. "Creo mucho en el ser humano. Para mí las nuevas tecnologías no son más que herramientas que nos ayudan a expresar nuestro talento. No vas a trabajar de forma más creativa porque tengas el ordenador más potente y sofisticado”

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Mesa de vidrio Vermet

Mesa de vidrio Vermet

De Roche Bobois.

Chaise-longue Calibri

Chaise-longue Calibri

De Roche Bobois.

Aparador Winch de Roche Bobois

Aparador Winch de Roche Bobois

Inspirado en los veleros de los años cincuenta.

Sofá Bubble (2014)

Sofá Bubble (2014)

Tapizado con tejido Techno 3D, creado también por Sacha Lakic.

Sillón Edito de Roche Bobois

Sillón Edito de Roche Bobois

Con tela techno 3D multiextensible.

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