La diseñadora española Omayra Maymó se ve a sí misma como una narradora de historias creando piezas que conmueven. Con este espíritu ha diseñado para Made.com una colección de piezas sencillas pero atrevidas, que con sus formas tubulares nos mueven hacia la belleza y la ternura. Sillas, sillones, bancos y varias luminarias conforman esta colaboración en la que, como es habitual en la diseñadora, encontramos un uso de la geometría preciso, mucho equilibrio y un marcado carácter escultórico. Eso sí, esta vez, más atrevidas de lo habitual. "Quería transmitir un espíritu alegre y divertido, con una sensación acogedora y suave, a la vista y al tacto", nos explica Omayra. "Son piezas acogedoras y tiernas, en particular los asientos, siendo un poco gorditos, casi como muebles con un ligero sobrepeso. Un toque de diversión, pero no lo suficientemente cómico como para no tomarlos en serio".
A la hora de diseñar las lámparas, Maymó apostó por reinterpretar la tipología de la lámpara de araña. De ahí nació Naila, a la que incorporó el movimiento.
Una colaboración espontánea
Inicialmente, según cuenta Omayra, no fue concebido como una colección. "Todo empezó con las lámparas. Made.com me invitó a desarrollar una nueva iluminación utilizando formas tubulares de gran tamaño y esferas de vidrio opal con el color como característica principal. De ese brief, nacieron Naila y Yao. Después, el brief se expandió al departamento de tapicería manteniendo la temática de las formas tubulares. El resultado es una gama de productos que abarca desde lámparas hasta asientos, con el volumen tubular como elemento principal e identidad común", cuenta. Las formas tubulares son, en realidad, el hilo conductor de estas piezas. "Este elemento maleable y versátil a veces se curva, a veces se dobla, crece, decrece, se corta, se redondea, etc. para convertirse en respaldo, brazo, pata o lo que sea necesario. Actúa de diferentes formas para cumplir diferentes propósitos, formando siluetas atrevidas y cuerpos voluminosos de rasgos suaves y redondeados", añade.
La lámpara Yao es una forma evolucionada Naila, reducida a dos brazos. Ambas surgen con un espíritu renovado con carácter atemporal, una silueta sencilla y potente, un diseño que va a los mínimos elementos y muy flexible, ya que se puede adaptar a cualquier estancia de la casa.
El mayor reto para la diseñadora fue crear piezas atemporales, sin caer en en una estética que pudiera pasar de moda. "El reto fue no caer en un uso que correspondiese a una corriente estética de moda pasajera, sino que mi principal punto de enfoque durante el proceso de diseño fue tomar este elemento y usarlo de una manera que pretenda ser atemporal y duradera, de modo que no responda a una tendencia pasajera, sino que resulte en un diseño que tiene el potencial de durar toda la vida, que creo que es la máxima sostenibilidad", explica Maymó.
Este asiento de salón de diseño acogedor es el sillón Elroy, un diseño atemporal de rasgos curvilíneos. Como en el resto de los asientos de la colección Omayra Maymó apostó por crear "piezas que fuesen valientes a la vez que tiernas y cómodas".
Influencia escandinava
La arquitecta y diseñadora española afincadaentre Madrid y Copenhague, lleva tiempo dando mucho que hablar. Tras estudiar arquitectura en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid y trabajar un tiempo como arquitecta, su inquietud personal le llevó a trasladarme a Dinamarca para estudiar un máster en diseño industrial en Designskolen Kolding. "Ahora me ocupo en el campo del diseño de muebles, luminarias y accesorios a través de mi estudio de diseño, fundado en Copenhague en 2016, trabajando de forma independiente desde 2020, después de tres años y medio como diseñadora para Ferm Living", explica.
La silla y el banco Cyla están disponibles con tapizados en terciopelo reciclado de varios colores: ocre vintage, azul luz de luna o blanco. Usando formas tubulares, la diseñadora ha creado un carácter moderno con estas piezas sencillas de rasgos suaves y curvilíneos. "La selección de tejidos con bouclés y terciopelos muy ricos en textura, aporta más profundidad a las piezas", asegura Maymó.
Precisamente sus orígenes en la arquitectura marcan su estilo como diseñadora, además de la influencia del diseño escandinavo. "Se podría decir que mis diseños se basan en una simplicidad inherente y un carácter arquitectónico", asegura. "Trabajo con lo que es esencial para el objeto y mis diseños a menudo exhiben referencias arquitectónicas y escultóricas, materializadas en muebles y objetos de formas puras, simples y equilibradas. Mi objetivo es la atemporalidad, y no estoy interesada en seguir las tendencias, ya que creo que la máxima sostenibilidad es crear diseños atemporales y duraderos que su propietario querrá conservar para toda la vida", añade.
La colección también incluye el banco de almacenamiento Onda.
"Conocer en profundidad la tradición danesa ha marcado mi forma de diseñar. Me gusta pensar que mi trabajo actual fusiona la esencia del diseño nórdico con un toque mediterráneo", explica Maymó. La diseñadora comparte los valores daneses, como el respeto por la artesanía y la calidad de los materiales, la atención a los pequeños detalles o la eliminación de lo innecesario. "Otro elemento importante que aprendí a través de la arquitectura y he consolidado con la tradición danesa es la honestidad de los materiales y la construcción. Dejo que el proceso y las posibles limitaciones de construcción influyan en el resultado, en lugar de imponer una forma definida desde el principio", añade.
La lámpara Yao tiene su versión de mesa. Una forma coqueta que añade un toque artístico.
Una narradora de historias
Maymó se define a sí misma como una narradora de historias a través de los objetos. "Dicho de otra forma, veo mi trabajo como un acto de comunicación, y el objeto es mi lenguaje para expresar ese elemento narrativo, esa historia o ese mensaje que se transmite más allá de lo funcional y lo estético, y que de alguna forma conmueve o sugestiona al que experimenta ese objeto. Intento diseñar productos que despierten conexiones con las personas a un nivel más emocional", destaca.
Ahora mismo, su investigación se centra en los materiales. "Sigo explorando en lo que es una constante inquietud para mí: el dar libertad a nuestros materiales durante su procesamiento para que estos se comporten de distintas maneras y generen resultados únicos, en lugar de generar réplicas exactas del mismo objeto, que es algo que comencé a investigar hace algunos años y ahora es un tema constante de mi trabajo. Así que actualmente estoy elaborando una serie de objetos en acero nacidos bajo esta premisa", explica.
Otro de los asientos, el sillón Bobo, es otra versión llena de ternura.
Los objetos, así, se llenan de significado, de simbolismo y de representación de una época y un momento histórico. "Un objeto puede ser un reflejo de los avances industriales de su época, puede ser una herramienta para criticar a la sociedad, puede explorar nuevas formas de trabajar con un material, puede retratar un manifiesto estético, puede ser una broma, puede ser una solución, una pregunta… Diseñar es comunicar", concluye la diseñadora.