Este coleccionista de sillas tiene piezas tan raras e icónicas que se merecen un libro

La colección de Thierry Barbier-Mueller es un sorprendente desfile de asientos que no siempre sirven para sentarse, sino para ser contemplados como obras de arte. Estas escultóricas sillas están reunidas por primera vez en un libro.

'The Spirit of Chairs' es un libro que rinde homenaje a este objeto cotidiano a través de una impresionante colección.

'The Spirit of Chairs' es un libro que rinde homenaje a este objeto cotidiano a través de una impresionante colección.

Alejandra Manzano
Alejandra Manzano

Periodista especializada en arquitectura, interiorismo y diseño

Las sillas que aparecen en este libro no son de uso cotidiano. Tampoco son las sillas más famosas del mundo. Pero todas, sin excepción, ocupan un lugar único entre el diseño y el arte. A veces están pensadas para sentarse en ellas, pero también, y lo que es más importante, exploran las posibilidades escultóricas de un objeto del que se tienen registros desde hace 5.800 años.

 

Taburetes de diseño

 

Este volumen divertido, sorprendente y generosamente documentado, permitirá al lector sumergirse por completo en el universo de las sillas o lo que es lo mismo: dar rienda suelta a su imaginación mientras descubre piezas desconocidas que, quieras que no, ya forman parte de la historia del diseño. Acompañado de ensayos que explican el origen de estas sillas modernas y contemporáneas, los textos también examinan su fructífera fricción entre arte y diseño y explican su significado en la vida de su coleccionista, Thierry Barbier-Mueller.

 

'The Spirit of Chairs'. Las sillas son, probablemente, los objetos de diseño más reverenciados y creativos de cuantos existen.

'The Spirit of Chairs'. Las sillas son, probablemente, los objetos de diseño más reverenciados y creativos de cuantos existen.

 

En el prólogo de este libro, su hija, Marie Barbier-Mueller, que no sólo entiende, sino que comparte la pasión familiar por coleccionar, afirmando que "una colección es un jardín que se cultiva a lo largo del tiempo. Es una obra de arte en sí misma, inesperada, moldeada por un individuo siempre a la búsqueda de un objeto trascendente". La afición por coleccionar viene de varias generaciones: ya el abuelo empezó a reunir obras de arte a la edad de 20 años, cuando la mayoría de jóvenes aún están conformando sus gustos. Al abuelo le siguió el padre, que voluntaria o involuntariamente, le transmitió lo mismo al hijo, Thierry, que a los 25 ya se había comprado su primer Baselitz.

 

Pero, ¿en qué momento aparecieron las sillas en la vida de Barbier-Mueller? Él mismo confiesa: "Al principio no pensaba reunir una colección. Ni siquiera recuerdo cuál fue la primera —¿fue una de André Dubreuil? ¿de Ron Arad? ¿De Tom Dixon, quizás?— pero sentí un impulso imperativo, y después de esa, vinieron todas las demás, como un hilo del que empiezas a tirar con curiosidad y cautela, luego con velocidad creciente, cada vez más rápido, y finalmente, con convicción. Ahora tengo, al parecer, unas 650 piezas". Abarcando diseños desde los años sesenta hasta nuestros días, la colección incluye obras de Ettore Sottsass, Pol Quadens, Shiro Kuramata y Maarten Baas, y piezas raras de artistas plásticos como Donald Judd, Niki de Saint Phalle, Lawrence Weiner y Franz West.

Compuesta en unos dos tercios por piezas únicas, prototipos u obras de pequeñas ediciones limitadas, la colección refleja este interés por los objetos atípicos, fuera de los nichos habituales del diseño industrial. A Barbier-Mueller le fascina sobre todo el objeto en sí, su singularidad y plasticidad, el humor que evoca o su rotundidad. No sé qué piensan, lectores, de esta acumulación materialista, pero dicen que no hay mal que por bien no venga, y el bueno de Thierry ha compartido sus tesoros en este libro llamado 'The Spirit of Chairs' y en la exposición ‘A Chair and You’, en el MUDAC, Museum of Contemporary Design and Applied Arts de Lausana, que acaba de terminar. 

 

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Alessandro Mendini

Alessandro Mendini

Pavonia chair (1993), de madera lacada y tela. Edición 6/12 © Design Gallery, Milan.

En zig zag

En zig zag

En madera, Redesigned ZigZag, (1978), de Alessandro Mendini, edición de 2 ejemplares. Al lado, Zig Zag Chair (Rietveld), Where There’s Smoke Series (2004), de Maarten Baas, también en madera, pero quemada y lacada, edición 20/25; y al fondo, un modelo de Ugo Marano, la silla Sedia dei Sogni Contemporanei (1982).

Krijn de Koning

Krijn de Koning

Chair (2002). Fabricada en madera, solo hay dos en todo el mundo.

Colores primarios

Colores primarios

Banco amarillo o Thing 10 (2001), de Richard Hutten; Bessie Smith Chair (from “Cosmopolitan Greetings”) (1988), de Robert Wilson, edición 7/12. Lacada en rojo, Klassenraumstuhl (1971), de Stefan Wewerka y en negra (1971), del mismo autor.

Tom Dixon

Tom Dixon

Experimental Chair Design (1980), un prototipo en acero. 

Va de contrastes

Va de contrastes

Barbed Wire Chair & Barbed Wire Folder Chair (2012), dos piezas únicas de Arik Levy con alambre de espino. que contrasta con la suavidad del pelo sintético de la Poodle Chair (2002), diseño de Niels Van Eijk y Miriam Van der Lubbe.

Borek Sipek

Borek Sipek

Chair with Brushes (1994), MetaMorchaise Series Wood. Pieza única. © Steltman Galleries, Amsterdam.

Formas caprichosas

Formas caprichosas

En primer plano, Chair of the Rings (2008) de Martino Gamper, Cross Check Chair (1989) prototipo de Frank Gehry y al fondo, Bamboo Chair (2006), otro prototipo en bambú de Téjo Remy y René Veenhuizen.

Más madera

Más madera

Al fondo, un diseño ya icónico de Frank Gehry, la Wiggle Side Chair (2002), fabricada con planchas de cartón ondulado para Vitra; Feijão (2014), diseño de Rodrigo Simão en madera de peroba rosa, imbuia y canela, edición de 80; Little h (1988–1990), una plancha de madera de abedul diseño de Caroline Schlyter, en una edición 2/20; otra pieza de Simão, Concha (2017), en contrachapado laminado y en primer plano, silla Schizzo (1989), de Ron Arad, una edición 7/20 realizada en madera, metal y tela que se ensambla con otra pieza. 

Gaetano Pesce

Gaetano Pesce

Nobody’s Perfect Armchair (2005), de resina de poliuretano. Edición 12/99 (cada pieza es única). © Zerodisegno, Italy.

Ian Spencer

Ian Spencer

 The Corsican (2011), una pieza única.

Robert Wilson

Robert Wilson

Zeus Chair (from “Persephone”), (2002). Bronce y piedra, edición 2/3.

Malcolm Temple

Malcolm Temple

The Optimist’s Chair (1987). Prototipo en madera lacada.

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