Protagonista de la decoración mediterránea, el blanco es un básico atemporal con infinitas posibilidades en muebles, complementos y espacios de exterior. Es un color que expresa sus intenciones de forma directa: reverberar y construir con la luz (sea cual sea la época del año), dar continuidad entre interior y exterior y, en definitiva, dialogar con la arquitectura.
El blanco pitiuso es una parte determinante de la identidad original de GANDIABLASCO, y lo es desde que la compañía irrumpió de improviso en el campo del mobiliario de exterior con una mini colección allá por el año 1996. Una revolucionaria, casi experimental, serie limitada de muebles creada para la terraza de Ca Na Xemena, la casa de José A. Gandía-Blasco Canales en la isla —hoy patrimonio arquitectónico de Ibiza—, y realizada aprovechando perfiles de aluminio para ventanas. Una oda al blanco y al estilo de vida de la Ibiza de los pescadores, abocada a la vida de puertas a fuera.
Por otro lado, los grises de GANDIABLASCO —pétreos, estables, suaves o rotundos según el grado de saturación— evocan la ligereza y la modernidad del aluminio natural. Del plateado al antracita y del cemento al ágata, la escala de grises puede transmitir tanta calidez como frialdad.
Tal como lo hizo y sigue haciendo la emblemática Na Xemena, colecciones más recientes como Solanas y DNA Teca declinan el blanco y el gris, a menudo considerados ‘no colores’ en distintas variantes de telas y estructuras. Fácilmente combinables con colores más vivos o tonos análogos, se expresan con toda su fuerza al optar por la monocromía y la riqueza de texturas. Una magnética monotonía que puede servir tanto para mimetizarse con el entorno como para resaltar la singularidad del diseño.
Solanas, de Daniel Germani, es la colección de mobiliario de exterior con personalidad propia que combina la perfilería de aluminio extruido, el material fetiche de GANDIABLASCO, y Dekton® by Cosentino, un material súper resistente aplicado a los sobres de las mesas. Solanas está basada en la sencillez de las formas, la resistencia y la comodidad, así como en la modularidad, para adaptarse a las necesidades de cada situación.
DNA, una de las colecciones insignia de GANDIABLASCO, integra la calidez y la durabilidad de la madera en su versión DNA Teca, capaz de integrase fácilmente en cualquier entorno: desde jardines privados a grandes instalaciones. Diseñada por José A. Gandía-Blasco Canales, evoca el juego sutil de luces y sombras en las contraventanas mediterráneas y rinde tributo a la sombra de la estética nipona.