Barro Pequeño, un proyecto que afianza la buena salud de la cerámica

Desde Chile llega un proyecto que vuelve a afianzar la buena salud que la cerámica y la artesanía están viviendo en nuestros días. Se trata de Barro Pequeño, una idea concebida por el arquitecto Francisco Lira, la escultora Marcela Undarraga y el diseñador Abel Cárcamo. Aunque no se tratan de simples pequeñas piezas de cerámica como puede parecer a primera vista. Tal como el propio Cárcamo explica, Barro Pequeño "busca dejar un mensaje educativo a la comunidad e invitar a la reflexión. Nuestro fin fue diseñar y fabricar contenedores de líquidos o vasitos para niños, elaborados con materias primas recolectadas de los cerros de nuestra precordillera y trabajadas en conjunto con dos artesanos".

En estos tiempos que corren en los que la inmediatez lo domina todo y pocas son las personas que realmente se preguntan cuando tienen un producto delante acerca de cómo se ha hecho, quién está detrás del resultado final o cuál es su verdadero ciclo de vida, Barro Pequeño lo tiene muy claro: mediante estas piezas quiere enfatizar el toque humano y resaltar, del mismo modo, el trabajo colaborativo entre diversas disciplinas y lenguajes. Sin ir más lejos, en cada una de estas cerámicas hechas a partir de arcilla roja se cogen de la mano la arquitectura, el arte y el diseño.

En total la colección se compone de seis contenedores: dos realizados por Undurraga, dos más hechos por Lira y, finalmente, otros dos que nacen de la mano de Cárcamo. Seis visiones distintas, pero a la vez unidas por el mismo objetivo de defender la confección manual y el valor añadido de la artesanía hecha con mimo y amor, mucho amor. Algo tan necesario para el ser humano a lo largo de la historia como es el soporte de líquidos cobra una nueva dimensión gracias a estos tres creadores. Todo un pulso entre el pasado, el presente y el futuro a partir de artísticas formas juguetonas.

Noticia relacionada

Mobiliario

La nueva colección de Habitat es un guiño a Picasso