Decora tu casa con esta edición limitada de Yayoi Kusama
Es posible ahora adquirir, ofrecidos por Third Drawer Down, tazas y platos de cerámica y pañuelos de algodón diseñados por la fantasiosa artista japonesa Yayoi Kusama, con los característicos colores de sus alucinaciones
Los fans de la artista japonesa podrán poner un toque de color a su mesa con estos originales platos.
La polifacética artista Yayoi Kusama es hoy una anciana dama japonesa que, desde hace un tiempo, reside voluntariamente en una institución psiquiátrica, quizá para proteger al mundo de sí misma o quizá para protegerse a sí misma del mundo. En la medida en que el arte nace del inconsciente, expresa la verdad del artista en su lenguaje de formas y colores, y la propia Kusama ha asociado sus tramas de innúmeros topos pintados con sus pesadillas recurrentes. Las obras de arte pueden surgir de un destello fugaz del inconsciente, pero el artista utiliza materiales, técnicas, símbolos compartidos, para llevarlas a cabo y exponerlas.
Los pañuelos de algodón son una de las piezas estrellas de esta colección cápsula que estará a la venta por un tiempo limitado.
A sus 91 años, Kusama no frecuenta ya la vida bohemia que la unió a Andy Warhol y otras figuras rutilantes de la era pop, ni los eventos internacionales vinculados a su arte, pero continúa trabajando, experimentado con distintos materiales. Por eso, es tan buena noticia la oferta de Third Drawer Down (con sede en Melbourne) de una colección que incluye dos platos y un juego de tazas de cerámica y dos pañuelos de algodón fino con bordes acabados a mano. En las figuras, en los colores, en los títulos, está presente la visión del mundo de Yayoi Kusama, mundo de vibraciones alucinadas, o de alucinaciones vibrantes y contagiosas. El plato titulado Las mujeres esperan el amor, pero los hombres siempre se alejan es una composición abigarrada con repetitivos perfil de mujer (la misma mujer, que repite obsesivamente su gesto de espera…) rodeados de lunares, ojos, flores, letras, en trazos y puntos en rojo sangre, verde pastoso, negros rodeados de rojo sobre fondo blanco. Colores que expresan la angustia de la espera. El otro plato, Love was infinitely shining, el mismo perfil, en negro, está inmerso en un torbellino amarillo, con topos azules y rojos que recuerdan algo a Miró. Colores expresivos del chisporroteo amoroso. En los vasos y los pañuelos, los azules claros y los rojos oscuros dibujan ojos y formaciones grumosas como visiones de microscopio. El ojo de Yusama penetra en lo más inquietante y también incitante del sueño. Recordemos aquella instalación suya llamada Rezo con todo mi amor por los tulipanes. Alguien del público comentó: “La experiencia es como haber consumido un kilo de alucinógenos”.