Es un hecho que los aromas desencadenan reacciones emocionales y afectan a nuestro estado de ánimo. Especialmente en los últimos meses hemos descubierto la capacidad del olfato para calmar ansiedad, infundir calidez y serenidad y dar forma a días sin forma. "Las velas también objetos de decoración y ayudan a crear atmósfera", cuenta Alain Lahy, presidente de Baobab Collection, que como él mismo define es una "firma belga de velas artesanales que conseguimos usando la mejor parafina y los mejores perfumes con las que se decora, pero también se cuentan viajes que se almacenan en nuestra memoria".
Encender bien una vela, para que dure más y mejor es todo un ritual. Lejos de la idea romántica de hacerlo con cerillas, Lahy recomienda hacerlo con un mechero específicamente diseñado para ello, "de esta forma no se corre el riesgo de que los restos de fósforo caigan en la vela y la estropeen".
Para él también es importante que "la vela permanezca encendida hasta que toda la superficie se haya derretido de forma homogénea para optimizar la difusión del aroma. Antes de apagar la llama, la primera vez que se enciende hay que esperar entre dos y cinco horas, en función del tamaño de la vela", detalla.
La sofisticación en el mundo de las velas llega hasta tal punto que hay olores y matices para todos los gustos. Al elegir el aroma adecuado para una casa hay que tener en cuenta el estado de ánimo que se debe buscar. Lo ideal es no mezclar aromas en una misma habitación. Si se quieren usar varios, lo recomendable es apostar por uno por estancia. Aquí algunas sugerencias para que encuentres la que mejor se adapte a tu estilo y al de tu casa.