Según World Tea News, el té es la segunda bebida cafeinada más consumida en todo el mundo y la ceremonia del té constituye para los japoneses un ritual muy acogido y esperado. Y como la cultura nipona es una de las más imitadas en la actualidad por sus costumbres saludables, se ha extendido por el mundo su popular ritual en torno a la bebida. Desde este año también se puede replicar en la orilla de una presa en Český Těšín, una ciudad de la región de Moravia-Silesia de la República Checa en la frontera con Polonia, donde el estudio de GRAU Architectsha proyectado un moderno pabellón de té que sigue la filosofía tradicional japonesa.
La estructura del pabellón se basa en una superficie en planta de 3 x 3 m
Foto: Matej Hakár
La construcción invita a vivir una experiencia cercana con la naturaleza proyectando la atención en el agua. Su emplazamiento obliga a detener el frenético ritmo diario y a reducir la velocidad gracias a la vista de las copas de los árboles, la plana y calmada superficie del agua y el enclave en la naturaleza alejado del bullicio urbano. Al pensar en el concepto del pabellón, GRAU Architects tomó como punto de referencia la arquitectura tradicional japonesa de las casas de té representadas con medios de expresión contemporáneos.
Basándose en la sencillez, el estudio conectó elementos de madera que crean una estructura estática compleja.
La construcción alude al interior japonés tradicional con elementos modernos
Foto: Matej Hakár
El resultado es un pequeño pabellón de 9 metros cuadrados que se basa en una superficie en planta de 3 x 3 metros con una altura de 4 metros creada con prismas de madera de abeto. De planta cuadrada aludiendo a la sencillez, el interior del pabellón permite acoger cómodamente a seis personas, sentadas cara a cara alrededor de la mesa durante la ceremonia del té, lo que aporta intimidad al ritual. La construcción, ligera y abierta, hace referencia al interior japonés tradicional pero incorpora elementos modernos y se adapta armoniosamente y con delicadeza al entorno que lo rodea.
Los textiles se han dispuesto en dos niveles
Foto: Matej Hakár
En su construcción los arquitectos, junto a los estudiantes participantes del taller internacional Mood for Wood, transfirieron al diseño final varias reglas de la tradicional ceremonia del té. Por ejemplo, al entrar en el pabellón cada visitante debe agacharse para pasar por debajo de la viga horizontal más baja de la estructura, que hace referencia a la puerta niriji-guchi, símbolo de la igualdad de todos los participantes en la ceremonia. Al mismo tiempo, en el momento en el que se accede, la vista se dirige a la claridad del agua.
La mesa sirve también como banco para la contemplación
Foto: Matej Hakár
Una mesa baja en medio de la disposición invita a los visitantes a sentarse de rodillas como es costumbre en la cultura japonesa y en ese ritual, la estructura con tableros de madera contrachapada proporciona una sensación de privacidad y aísla del ruido exterior. Pero gracias al marco de entrada que pertenece abierto, los transeúntes pueden ver la ceremonia del té en curso. Además, la altura de la mesa confiere versatilidad al espacio que puede usarse tanto para la ceremonia del té como servir como banco en el que sentarse y contemplar las vistas a la naturaleza.
La construcción es un remanso de paz alejado del frenesí urbano
Foto: Matej Hakár
La madera de abeto es la protagonista del pabellón y este elemento natural se complementa con una tela suave que protege del sol y la lluvia y brinda, a su vez, una sensación de calidez, pero mantiene el espíritu minimalista de la construcción, para que no distraiga la atención de la ceremonia en sí, que pretende lograr una sensación de paz y armonía.