Hasta el siglo XVII, el turismo de jardín era una actividad elitista que solo podían permitirse los más adinerados. Los príncipes viajaban con sus séquitos para contemplar la belleza natural que se desarrollaba lejos de sus palacios. La gran mayoría de estos viajes tenían una función educativa. En Inglaterra se conocían como el Grand Tour.
Te invitamos a un viaje alrededor del mundo con parada en los mejores jardines botánicos. Porque, afortunadamente, el turismo botánico ya está al alcance de una gran mayoría –si el Covid lo permite– . Sri Lanka, Tokio o Nueva York ofrecen vergeles con especies autóctonas y foráneas, reunidas para crear paisajes de belleza sublime.