Pocos símbolos hay más universales que un corazón. Por ello no debe de extrañar a nadie que la artista Pepa Reverter se haya inspirado en este icono a la hora de crear un jarrón que lleva por nombre Cor (corazón, en catalán) con el que busca reivindicar los valores fundamentales que constituyen la riqueza del ser humano: el amor, la bondad, la humanidad, la ética, el respeto, la generosidad y la fraternidad. Aunque Pepa no está precisamente sola en esta misión. Con el objetivo de crear toda una familia de corazones no dudó en llamar a Juli Capella, Lolita Cortés, Rosa Cortiella, los díez, Meritxell Duran, Catalina Estrada, Jaime Hayon, Javirroyo, Miralda, Marre Moerel, Sergio Mora, Lázaro Rosa-Violán, Anna Ruiz, Jordi Torres y Ramón Úbeda para que siguieran sus pasos. El resultado de este proyecto colaborativo, bautizado como Tot Cor: El diseño del amor, ha dado pie a una exposición comisariada por ella misma que forma parte de la programación del Madrid Design Festival 2020 y que podrá verse hasta el 2 de agosto en el Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid. Aunque, si quieres, también puedes lucir dichos jarrones en tu casa adquiriéndolos aquí. La misma Pepa nos cuenta en primera persona cómo nació esta iniciativa que, además, es solidaria, ya que parte del dinero que se recaude con estas piezas irá destinado a la Fundación Miquel Valls.
Toda iniciativa que invite a amarnos y a ser más bondadosos con las personas que tenemos a nuestro alrededor siempre es más que necesaria. ¿Cómo y cuándo surgió la idea de Tot Cor?
La idea de Tot Cor nació hace dos años aproximadamente. Se juntaron muchas cosas en un mismo momento, las ganas de hablar, luchar y defender actitudes de gente buena con la producción del jarrón. Supongo que parecen cosas muy alejadas unas de otras porque, por un lado, estamos hablando de conceptos abstractos y, por otro, de un elemento muy concreto, de un objeto de cerámica bastante simple y artesano, pero con dificultades técnicas importantes. Es algo innato en el proceso creativo ser capaz de relacionar cosas que aparentemente nada tienen que ver. No es algo que pueda explicar de forma breve ni simple.
¿Qué mensaje quieres lanzar al mundo con esta propuesta que, además, es solidaria?
El jarrón es una pieza que creo que habla por sí misma porque lleva el mensaje intrínseco en la forma, habla del amor y salta a la vista. Es una forma básica muy simple y contundente, sobre todo, en rojo. Creo que es una manera de tener presente el amor en cualquiera de sus formas: a la pareja o romántico, el amor al prójimo, el amor fraternal, el amor propio.... Si además tiene una lectura tan universal es fantástico.
¿A qué proyectos de investigación y asociaciones irán destinados los beneficios de estos jarrones?
Parte de los beneficios de las ventas irán destinados a la Fundación Miquel Valls que ayuda a los enfermos de ELA y a sus familias. Por desgracia he vivido muy de cerca esta enfermedad a través de mi madre, que falleció en abril de 2017. Su energía vital, positivismo y ejemplar actitud al enfrentarse a la recta final del camino de la vida ha sido una lección para todos los que hemos estado a su lado. Quiero poner de manifiesto que las personas válidas en la vida son las que ayudan a construir caminos y nunca ofenden a nadie. Es un homenaje, un tributo a la gente que con esta actitud ayuda a hacer la vida más fácil a los demás. Hay mucha gente en el mundo con comportamientos ejemplares y dignos de mencionar. Seguramente son aquellas personas a las cuales les regalaríamos un corazón por todo lo que significan y consiguen.
¿Qué papel tiene en realidad el florero Shiva de Ettore Sottsass en esta iniciativa?
Ambas piezas son jarrones un tanto icónicos, están hechos con el mismo material y seguramente con la misma ilusión. Pienso que para crear hay que estar enamorado de algo, de alguien, de la vida y, por supuesto, amar la estética.
Tanto tus corazones como los de Juli Capella, Lolita Cortés, Rosa Cortiella, los díez, Catalina Estrada, Jaime Hayon, Javirroyo, Miralda, Marre Moerel, Sergio Mora, Jordi Torres, Ramón Úbeda, Lázaro Rosa-Violán y Ana Ruiz podrán verse durante el Madrid Design Festival. ¿Le pusiste algún tipo de regla a seguir o directriz a los diseñadores que han colaborado en el proyecto?
Ninguna regla. En el mundo de la creación no existen reglas, existe la libertad creativa cuando hablamos con artistas plásticos, diseñadores o ilustradores. Lo hacemos con el máximo respeto a su estilo y a su tipo de trabajo. Por supuesto, hay unas reuniones o conversaciones previas para encontrar el mejor camino para cada proyecto, y en todos los casos se barajan opciones distintas. Es como partir de un folio en blanco. Está claro que hay unas pautas, indicaciones y propuestas para empezar a trabajar, lo que se llama un briefing, y después vienen las propuestas de los autores que hay que valorar. Hay también aspectos de producción para la realización de cada pieza que pueden marcar direcciones. Todos los procesos de trabajo necesitan bastante tiempo para la producción de las piezas.
¿Qué criterio seguiste para escoger a este dream team de diseñadores?
El criterio fundamental es la diversidad. Tenía muy claro que buscaba un grupo diverso en cuanto a estilos, diverso en cuanto a profesiones y diverso en cuanto a generaciones. Me gusta la idea de reflejar con las piezas de la colección un retrato contemporáneo de la creatividad que sea amplio. Deseo que el proyecto se consolide y todavía pueda seguir creciendo artísticamente.
Más allá de los tuyos, ¿cuáles de los otros corazones son tus preferidos y por qué?
Todos los corazones son muy bonitos. Cada uno tiene un lenguaje y una estética. Depende de la situación, el espacio donde quieras ubicarlo o la persona a quien le quieras regalar, interesa más una pieza que otra. Seguramente una de mis piezas preferidas es la de Sergio Mora por muchas razones, principalmente porque fue la primera pieza de colaboración con autor que hicimos y, además, me encanta su estilo.
¿Con qué nos sorprenderá Pepa a lo largo de este 2020?
Espero que con muchas cosas, pero no quiero anticipar nada, prefiero que lo veamos a medida que vaya sucediendo todo. Lo más importante para mí es que mi trabajo interese, genere una onda positiva y dé buen rollo y, asimismo, tengáis curiosidad y ganas de conocerlo.