La artista Carla Cascales extrae los pigmentos que ha utilizado para crear estas obras a través de un proceso alquímico en el que lo que un día fuera polvo y pasara a ser roca vuelve a su estado original para mezclarse con agua y convertirse así en color. Las texturas sugieren dinamismo, un soplo de tierra, son casi táctiles, cuadros en dos dimensiones que parecen abstractos ambientes que nos rodean, casi oímos ese viento que hace viajar kilómetros a la arena.
La galería Senda de Barcelona ha seleccionado a esta artista para la exposición en solitario que presentará en ARCO 2021. Carla Cascales Alimbau, pintora y escultora, está actualmente representada en España por la galería catalana, así como por Tristan Hoare en Londres y Tappan Collective en Los Ángeles. Ha realizado exposiciones en Barcelona, Madrid, Londres y Los Ángeles, y ha tenido residencias en San Francisco, Florencia y Tokio.
Alma mediterránea, su obra tiende a estos tonos rosáceos y tan terrenales, el color arena, así como su textura, aparece en muchas de sus esculturas, hechas con materiales como la piedra, la cerámica o la madera.
Para esta colección, la ciclicidad de la naturaleza ha sido su inspiración, el reconocernos como parte de un ecosistema vivo en el que convivir con las demás especies e incluso partículas en relaciones simbióticas. Fundirnos con el ciclo de la naturaleza nos hace cambiar de paradigma, pasar de relacionarnos con el planeta para explotarlo a darnos cuenta de la necesidad de sanarlo.
El resultado es minimalista y evoca la estética del concepto japonés del Wabi-Sabi, que fascina a la artista barcelonesa. La textura es la reina de la escena, lo rugoso, lo naturalmente imperfecto son el motivo principal, las pinturas nos recuerdan a un velo de lino tejido a mano ondeando al viento, dejando pasar luces y sombras y mostrando orgulloso sus arrugas. Eliminando todo lo superfluo, todo lo que sea solo pretensión, Cascales se queda con la esencia del material, siempre orgánico, encontrando ahí el equilibrio que trae la calma, el silencio necesario para dar lugar a la intimidad que la une a ella y a su obra con la naturaleza.