A estas alturas tenemos bien claro que tener plantas en casa nos abre una puerta al bienestar físico y mental. Rodearse de elementos naturales tiene un poder relajante y, además, mantiene el cerebro activo y aporta felicidad. Así lo demostró un estudio de la Universidad de Texas con el que se comprobó que las personas que pasan tiempo cuidando de las plantas experimentan más satisfacción. Y esta sensación se puede conseguir multiplicando las plantas. Obtener una nueva ¡ a partir de otra que ya tenemos es muy sencillo y así nos lo cuenta Marta Rosique, experta en sostenibilidad y huertos urbanos y cofundadora de Plantea en verde.
Al trasplantar es importante mantener el sustrato bien húmedo e ir espaciando los riegos cuando el crecimiento sea normal.
Como detalla esta especialista, hay dos formas de reproducir las plantas a partir de esqueje, en agua y en tierra. “Las dos son formas efectivas de multiplicarlas pero es importante tener en cuenta que las raíces que generan las plantas en una y otra situación son completamente diferentes en muchos aspectos”, advierte.
Según Rosique, cuando una planta se desarrolla en agua, “genera raíces más gruesas y largas pero menos ramificadas, están diseñadas para obtener oxígeno del agua y no tanto para extraer agua del medio. Por otro lado, las raíces que se desarrollan en sustrato son completamente diferentes y están pesadas para extraer agua del medio que es más seco y no tanto para obtener oxígeno”, matiza.
Por eso, muchas veces cuando cambiamos un esqueje que ha estado creciendo en agua a la tierra la experta en mundo vegetal adelanta que puede acabar secándose muy rápido, “porque las raíces con las que cuenta no están preparadas para ese medio y necesitan crear nuevas que sí lo estén”.
Cuando se cortan los tallos de suculentas, conviene esperar un par de días para que cicatricen y no se pudran antes de plantarlos.
Para reproducir una planta de tierra, como un Burrito, que es un tipo de suculenta, Rosique recomienda cortar un tallo de, al menos, cinco centímetros de largo del que habrá que retirar las hojas de la base del tallo. “Es mejor esperar un par de días para que el tallo cicatrice y no se pudra. Para el trasplante se puede usar canela como hormona de enraizamiento”, apunta. Después, solo hay que clavar los tallos en la tierra y regar con más frecuencia.
Cuando se quieren reproducir usando el agua, el filodentro es perfecto para hacerlo. Hay que buscar un tallo con nudos, dejar al menos tres y cortar. Después de retirar las hojas de abajo, introducir en el agua. “Puedes cortar las que te molesten, pero deja una o dos. Cuando han salido raíces de al menos 5 cm, es el momento ideal para pasarlo a tierra. Es importante mantener el sustrato bien húmedo y cuando veas un crecimiento normal, puedes ir esparciendo los riegos”, detalla.