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7 tips de IKEA para escoger el colchón perfecto

El gigante sueco propone varias claves para apostar por tu descanso con los mejores colchones en calidad-precio

Lara Rodríguez Santana

26 de noviembre de 2019, 20:45

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¿Solo o bien acompañado?

Antes de nada, las medidas van a determinar el tamaño y la consistencia del colchón. Las camas individuales son idóneas para niños, pero puede que los adultos disfruten de unas medidas un poco más polivalentes tanto para pareja, como para personas que sean más activas durante la noche. 135 o 140 cm son las medidas recomendadas para este tipo de usos. También hay que tener en cuenta que si compartes espacio, a veces, puede darse la situación de que no tengáis ni el mismo peso, ni la misma dinámica del sueño. En estos casos es recomendable usar dos colchones unidos con características adaptadas a cada uno.

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El tamaño importa

La constitución es el otro aspecto a tener en cuenta para encontrar nuestro colchón idea. Lo ideal es que el largo del colchón debe superar en 15 cm tu estatura para que tu cuerpo no solo quepa sino que además tengo cierto margen de movimiento dentro de la cama. En cuanto al peso hay unas directrices muy sencillas: con menos de 70kg se aconseja un colchón de consistencia media y hasta los 100kg uno firme, superado este peso habría que recurrir a extra firme.

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Encuentra tu postura

Siempre se ha dicho que los mejores colchones son los duros y esto ha traído consigo muchos equívocos a la hora de hacer una buena selección de colchón. La firmeza del colchón será la que respete la curva natural de la columna sin provocar tensiones. Si es más duro de lo que se necesita, hombros y caderas quedarán elevados y si por el contrario es demasiado blando, el cuerpo se hundirá produciendo el efecto hamaca y una sensación de calor. Con una sencilla prueba practica podremos determinar cual es la firmeza ideal. Habrá que pasar la mano por la zona lumbar mientras esté tumbado de espaldas; si hay demasiado espacio es que la cama es muy rígida.

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Ni frío, ni calor

La temperatura de nuestra futura cama vendrá determinado por los materiales y es una elección muy personal. Se recomienda que las personas muy calurosas recurran a materiales con propiedades altas de ventilación, es decir, muelles o latex. Este ultimo, además de favorecer la circulación del aire, elimina la humedad. La viscoelástica es la menos aconsejable para quienes sufran sofocos nocturnos, pero ideal para climas fríos o que tengan una temperatura homogénea durante el año.

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Cuida tu salud

Si sufre de algún tipo de alergia deberá tener especial cuidado a la hora de decantarse por un modelo u otro. Es cierto que la mayoría de colchones del mercado ya disponen de ciertas características que velan por el descanso de las personas alérgicas, pero lo más aconsejable es recurrir a modelos específicos como los colchones de espuma o látex: al no ser huecos evitarán que se acumulen ácaros y alérgenos.

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Conjunto completo

Que un buen colchón no te lo estropee un mal conjunto. Al almohada, la gran olvidada, tiene que tener unas condiciones similares al colchón seleccionado para respetar el efecto homogéneo que se pretende conseguir. Y es aconsejable que tenga propiedades antihumedad, antibacteridas, antiácidos y antihongos para asegurar su longevidad. Tampoco hay que dejar de lado el somier porque, en última estancia, será quién potencie las características del colchón. Los tapizados darán estabilidad y en su versión canapé, además, aportarán un espacio importante de almacenaje. Los grandes elegidos cuando se quiere resistencia son los somieres fijos y articulares, ambos darán un extra de firmeza y evitarán la deformación.

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Un cero de más

Es evidente que un precio elevado nos dará la sensación de calidad superior, pero en IKEA, por ejemplo, al tener el control absoluto de producción, distribución y transporte pueden ofrecer precios muy bajos en colchones de muy alta calidad. Primero hay que mirar las características antes mencionadas y luego, si se prefiere, escoger el de menor precio dentro de la gama. Recuerda que será tu espacio de descanso durante los próximos 10 años y la salud no tiene precio.

Nos pasamos la tercera parte de nuestras vidas durmiendo, eso significa que estaremos 23 años de media en la cama. Con unas estadísticas tan rotundas es evidente que deberíamos invertir un tiempo reflexivo y un análisis minucioso a la compra del que será nuestro compañero de descanso durante los próximos años.

Las dudas son universales: ¿qué material me va mejor? ¿cuáles son las medidas adecuadas? ¿hay que cambiar también el somier? ¿es importante la temperatura? ¿cuánto debería gastarme? Resolver estas cuestiones requiere información, pero sobre todo trabajo de campo. Los expertos recomiendan que no seamos tímidos y hagamos un uso practico del producto tumbados boca arriba y en distintas posiciones, incluso, si vamos a dormir acompañados, lo ideal es que se pruebe conjuntamente para imitar lo máximo posible la experiencia de descanso.

Como viene siendo costumbre, IKEA se ha adaptado a los tiempos y ha incluido en su catálogo una amplia gama de somieres y colchones de alta calidad que están sujetos a unos estrictos controles, sin embargo, el consumidor más exigente tiene hasta 365 días para efectuar un cambio por otro colchón que se adapte mejor a sus necesidades. El precio, que suele ser un elemento decisivo en la elección, también está adaptado a todos los bolsillos. Se suele decir que lo barato sale caro, pero poco queda ya de esa realidad en el mercado. El usuario ahora tiene un amplio abanico de opciones, además de toda la información a su alcance para que un cero de más no condicione su decisión.

Siguiendo los tips anteriores las posibilidades de encontrar el colchón ideal aumentan proporcionalmente, pero no hay que olvidar que también es importante dejarse aconsejar por los especialistas en descanso que podrán atenderle in situ y con todo detalle. En conclusión, lo que ha unido IKEA que no lo separe el mal sueño.

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