Mucho ha llovido desde que, allá por el siglo IV antes de Cristo, Aristóteles fuera el primero en definir los colores. El filósofo y científico griego afirmó que había cuatro básicos a los que denominó simplemente tierra, fuego, agua y cielo. Aunque no fue hasta el siglo xv, en pleno Renacimiento, que el polifacético Leonardo Da Vinci aportó una nueva paleta en la que incluyó el blanco como el principal de todos, fue dos siglos más tarde cuando Isaac Newton afirmó esa premisa tan cierta de que “la luz es color”. Pero ya en la Prehistoria los hombres de las cavernas fueron pioneros en representar gráficamente su mundo y sus costumbres mediante el arte rupestre, por lo que desde que el hombre es hombre siempre ha habido un gran interés en la pintura y, por consiguiente, en el color. Todo lo que nos rodea refleja una longitud de onda percibida por la vista e interpretada por el cerebro en forma de color, y eso activa una respuesta que afecta a nuestro estado de ánimo. Por ello, a lo largo de estas páginas nos interesa detenernos en este ingrediente indispensable que genera toda una cultura, un modo de consumir y de contemplar el mundo.
Madre Tierra
¿Cuántas veces te has quedado mirando ensimismado las imágenes en movimiento de un documental que representa los secretos de la vida animal y vegetal? Los hay tan insensibles que aprovechan el momento para echar la siesta. Pero quienes en realidad saben apreciar la belleza innata y sin artificios de todo aquello que nos rodea son conscientes del increíble espectáculo que se les puede presentar ante sus ojos. Los científicos afirman que el ojo humano es capaz de distinguir la friolera de diez millones de colores, por lo que las combinaciones (y los sorprendentes resultados que de ellas se derivan) podrían considerarse prácticamente infinitas. Atendiendo a que nuestra casa debería ser un espacio de descanso, bienestar y reflexión, resulta lógico que queramos emular en ella todos aquellos colores que siempre han estado asociados con la Naturaleza. Las instituciones y los gurús del color proponen, en este sentido, un mapa estimulante que da mucha paz y que nos recuerda que la fortaleza del color no es objetiva ni superficial.
Hay vida más allá del blanco
A la pasión moderna de la arquitectura por el blanco se suma la necesidad de un uso inteligente de los demás colores. La eminencia en la predicción de tendencias Li Edelkoort, fundadora de Trend Union, lo tiene claro: “Se va a producir un gran cambio en el campo de la moda y el diseño. Los colores se mezclarán de la misma forma que cocinamos combinando diferentes elementos, a veces jugando con monocromos, a veces con contrastes punzantes y ácidos. La moda, el maquillaje y los interiores empezarán a utilizar tonos de forma radical, introduciendo un conocimiento sobre los colores muy avanzado por parte de la gente, mezclándolos como nunca lo habíamos hecho antes. Cambios en las proporciones, la densidad y la tactilidad ofrecerán un placer gustativo, casi como si pudiéramos saborear estos colores”.
Estado de ánimo multicolor
No es casualidad que multitud de habitantes de países nórdicos escojan España para sus vacaciones o, incluso, como su segunda residencia: somos uno de los lugares con más horas de luz solar. Por algo el color es la impresión producida por un tono de luz en los órganos visuales. Queramos o no, luz y color apelan directamente a nuestras emociones y provocan reacciones tanto positivas como negativas en nuestro estado de ánimo. Por ello, crear una paleta de colores no se debería limitar exclusivamente a escoger aquellos que funcionen o vayan bien entre ellos. Una paleta sirve, ante todo, para transmitir una sensación de forma deliberada. Ese es el motivo por el que deberíamos ser capaces de conocer qué “mensaje” esconde cada uno de ellos. Cada color tiene unos códigos, unos significados que construyen los cimientos de cada cultura. Mientras que en Europa el negro es un color que se asocia al luto, en la India ese sentimiento de pérdida está estrechamente vinculado al blanco. No es solo una cuestión geográfica, sino también histórica: en el antiguo Egipto o en el Imperio romano el rojo era el que se empleaba en este mismo caso. ¿Quién dijo que cada color tiene un único significado?
Living Coral
Como viene siendo costumbre desde el año 2000, la empresa estadounidense Pantone escoge el que considera el color del año. En este 2019 el elegido ha sido el Living Coral (con referencia 16-1546), una tonalidad que resulta intensa y suave a la vez y que apela a la vida en la profundidad de nuestros océanos. Dicho color ofrece confort y optimismo en un entorno caracterizado por las constantes transformaciones.