Los suecos sí saben prepararse para el invierno: en este spa es imposible tener frío
Materiales nobles como la madera, la piedra y el hormigón exhiben su belleza natural y serena en el universo sensorial de Andrum Spa, en plena naturaleza sueca
Inspirada en los sentidos. Este ha sido el punto de partida para Johan Sundberg Arkitektur y Blasberg Andreasson Arkitekter a la hora de proyectar Andrum Spa, un centro de belleza y bienestar situado en la localidad sueca de Höör. La colaboración entre los dos estudios de arquitectura, ambos con sede en la ciudad de Lund, ha dado como resultado un retiro rodeado de naturaleza inhóspita donde relajar mente y cuerpo. Las instalación se encuentran junto a Åkersbergs Stiftsgård, un alojamiento que data de finales del siglo XVII y que, en línea con la tradición hospitalaria del lugar, ofrecen una estética funcional y acogedora pero claramente vanguardista.
Su nombre de origen sueco, andrum, se traduce como respiro, lo que deja claro la voluntad última del lugar. Desde fuera, la construcción se basa en un volumen de hormigón escalonado, situado en una ladera que desciende hacia un parque inferior, mientras que, una vez en su interior, la madera y el granito presiden zonas diáfanas de recepción y descanso, así como una secuencia de salas que dan opción a diferentes tratamientos y terapias ya sea con vapor o agua.
El proyecto se plantea en dos niveles, dejando el vestíbulo principal de acceso en algo elevado para luego descender a una superficie situada más abajo y parcialmente excavada en la ladera donde se emplazan el resto de dependencias, presididas por altos techos. Al oeste, se encuentran las salas de tratamiento más pequeñas y las áreas de personal. Mientras que en el este se encuentra una zona de descanso provista de hamacas de estructura ligera y una piscina asentada sobre una sólida base de hormigón. Aquí, el perímetro del edificio, articulado por delgadas columnas de madera, se abre visualmente de suelo a techo hacia el exterior con cerramientos acristalados que permiten interactuar con el paisaje natural que lo rodea. Además, la entrada de luz natural a ciertas horas del día proyecta atractivas sombras sobre las superficies nobles que enfatizan el efecto evocador y relajante del lugar.
Al sur, se abre una terraza de mayor privacidad que se asienta sobre una plataforma de piedra. Cuenta con una piscina al aire libre que permite bañarse en contacto físico y visual con el paisaje circundante. Todo ello a partir de un juego sensorial donde la luz, el aroma, el sabor, la acústica y el tacto juegan un papel protagonista clave para una experiencia de puro bienestar.