Siempre limpio, todo organizado y con un montón de normas para cumplir. ¿Vives con alguien maniático del orden? Hoy te damos las claves para identificarlo aunque, hay que aclarar, que cada persona tiene sus propios niveles de orden y limpieza que consideran aceptables. Por ello, lo que a alguien le puede parecer una manía, para otro puede ser algo normal y saludable. Lo importante, siempre, es buscar el equilibrio tratando de respetar las necesidades de cada habitante de la casa.
Un desafío y mucho que aprender
Si nuestro nivel de orden es menor que el de la personas con la que compartimos nuestra vivienda, a veces, podemos sentirnos un poco sobrepasados. Y viceversa. Hay muchas cosas que pueden hacerse para que la convivencia sea más fácil. Para empezar, establecer algunos límites claros y llegar a acuerdos sobre aquellas cosas que no se pueden mover o tocar. Tener una comunicación abierta y honesta nos va a ayudar a comprendernos y a evitar conflictos. Gracias a ello, podremos negociar y establecer compromisos para encontrar una solución que sea aceptable para todos los convivientes. Sobre todos estos consejos, lo más importante de todo es aceptar la situación. Si vives con alguien a quien le obsesiona el orden y la limpieza hay que quererlo como es. Es parte de su personalidad y su individualidad y seguro que hay cosas de él o ella que puedes aprender.
Por si aún tienes dudas, aquí te dejamos las siete evidencias para saber si vives con un maniático del orden: