Seguro que las casas y las localizaciones de estas series te enamorarán a primera vista
Estas producciones que te presentamos nos han enganchado no solamente por sus tramas, sino por la cuidada estética y la belleza que muestran en todos y cada uno de sus episodios.
Succession (HBO)
Las familias disfuncionales siempre son un imán para los teleespectadores. Y más cuando los dramas acontecen en una familia con una cuente corriente inagotable que se dedica al mundo de la comunicación y el entretenimiento, como ocurre en este caso. La serie de HBO creada por Jesse Armstrong, como ya ocurría por momentos en la siempre a reivindicar Gossip Girl años atrás, nos permite colarnos dentro de las inmensas mansiones que hay en Los Hamptons, la zona de Long Island donde los neyorquinos con mayor poder adquisitivo viven a cuerpo de rey sin tener que lidiar día tras día con el ajetreo de la Gran Manzana. Casas tan grandes que parecen laberintos y con mármol por doquier, lámparas de araña llenas de melodramatismo y muebles de diseño que conjugan con piezas más clásicas acordes con los gustos de Logan Roy, el patriarca de esta historia de la que muchos ya esperan su tercera temporada.
Russian Doll (Netflix)
Al igual que Kenny, el entrañable personaje de South Park que no se quitaba la capucha de su abrigo ni para dormir, no hay capítulo en el que Nadia Vulvokov, el personaje interpretado por Natasha Lyonne, muera de las formas más inverosímiles. Aunque no hay nada que temer: como si de un Ave Fénix se tratara, Nadia renace en cuestión de pocos segundos y siempre reaparece en su increíble loft del Lower Manhattan. No queremos ni imaginarnos cuánto paga mensualmente por una residencia tan espaciosa y moderna como esa, pero desde el primer capítulo nos llamó soberanamente la atención el buen gusto que nuestra protagonista tiene. Sin ir más lejos, su baño, un espacio de vital importancia para la trama de la serie, destila muchísima clase porque mezcla como nadie los acabados negros con pequeñas pinceladas blancas y doradas. ¿Quién no querría tener un lavabo así?
Sex Education (Netflix)
Desde que el año pasado se estrenó la serie de Laurie Nunn sus fans no han hecho más que crecer vertiginosamente. Y lo entendemos, ya que más allá de engancharnos más que un chicle a la historia de Otis y su madre, la Dra. Jean F. Milburn, desde el primer episodio nos enamoramos de su localización. Todo acontece en un bucólico pueblo galés situado en el Valle de Wye y a poco más de 40 kilómetros de Newport. Aunque lo que más nos llamó la atención no es su entrañable estética ochentera, sino la casa blanca y roja en la que madre e hijo viven. Es conocida como The Chalet, dispone de cinco habitaciones y tres baños en total, y cuenta con un porche de esos que quitan el hipo con vistas panorámicas al valle. Todo un remanso de paz que nos encantaría disfrutar al menos una vez en la vida.
Breeders (Sky One/HBO)
Traducida al español como Maldita Paciencia, esta serie británica está dando mucho de qué hablar desde que se estrenara hace pocas semanas. ¿Por qué? Pues principalmente por ser una comedia de lo más ácida que pone en relieve la cara oculta de la maternidad y cómo muchas familias son de lo más infelices al alcanzar este sueño parental. La familia protagonista, Martin y Daisy, parece que vive en un espectacular tríplex en Notting Hill, uno de los barrios más pintorescos de Londres. No obstante, en realidad el rodaje se llevó a cabo en Clapham, el barrio del municipio londinense de Lambeth. Ya os advertimos de que más pronto que tarde os mostraremos en una extensa galería todos los secretos de esta casa diáfana en la que se ha mimado hasta el más mínimo detalle.
Pose (HBO)
La serie creada por Ryan Murphy, Brad Falchuk y Steven Canals es un no parar de estímulos visuales. Enmarcada en la Nueva York de 1987 y 1988, no muestra únicamente aquel oasis de libertad para la comunidad LGBTQ+ que era la cultura ball (y que tan bien retrató en 1990 el documental Paris Is Burning de Jennie Livingston), sino también cómo el lujo, con Donald Trump a la cabeza, mutó radicalmente muchos de los barrios de la urbe estadounidense. Más allá de sus llamativos vestuarios y el brilli brilli glamuroso de las competiciones de voguing, todas las localizaciones de Pose destacan por sus colores eléctricos y una estética que nos hace añorar aquella década que fue mucho más que la de las hombreras.
Ahora que podemos devorar infinidad de series tanto a través de la televisión como de las plataformas de pago en streaming, queremos detenernos en aquellos títulos donde sus protagonistas viven en casas de ensueño o que, simple y llanamente, llaman la atención por su cuidadísima estética. Hay desde auténticos caserones en medio de un marco verde sacados de una postal (lo que ocurre en Sex Education) hasta lofts ultramodernos en los que cualquiera podría perderse fácilmente sin un mapa a mano (el caso de Russian Doll). ¿Cuáles de ellas son tus favoritas? Si nos preguntas, nosotros viviríamos muy felices dentro de todas y cada una de estas historias de ficción.