Corría el año 1905 cuando el escritor nicaragüense Rubén Darío se alojó en el establecimiento que este año ha reabierto sus puertas como Gran Hotel Boutique Brillante cuando era una pensión. Emplazado en el puerto marítimo de San Esteban, en Asturias, que a principios de siglo XX se conocía como la ‘Suiza española’, además del ilustre escritor, a lo largo de los años, el Brillante ha acogido a numerosos huéspedes ilustres, entre ellos los pintores Joaquín Sorolla o Mariano Fortuny, que pasaron sus días entre las paredes de aquella pensión atraídos por un paisaje de costa en la desembocadura del más caudaloso de los ríos asturianos, el Nalón.
Tras más de un año de obras y una inversión de tres millones de euros, este emblemático establecimiento vuelve a brillar tras una intensa rehabilitación que lo ha modernizado sin perder su esencia. Se ha restaurado la fachada y rescatado algunas joyas de su pasado, como la barra de cafetería de estilo art decó, los suelos de mármol blanco y negro o las imponentes molduras de escayola.