Según Pantone, máxima autoridad en cuanto a color se refiere, el rosa cuarzo es este año, junto al azul serenity, el color del año. Un tono que este verano se conjuga con las puestas de sol al lado del mar, con los picnics en el parque junto a los amigos, y con los atardeceres en las terrazas.
“Es persuasivo pero gentil, sugiere compasión y un cierto sentido de sofisticación”, anuncian desde Pantone. Es un color que nos remite a la Naturaleza, a las texturas de una flor, de una mariposa, que nos invita a disfrutar de ella y a descansar, por unos instantes, de nuestros aparatos tecnológicos.
El color más romántico de la paleta tiñe, este año, desde la butaca del rincón de lectura hasta los complementos de la cocina. Tiene algunas aplicaciones discretas, como los cojines del salón o la cortina del dormitorio, y otras bastante más atrevidas, como el conjunto de mesas y sillas del comedor o el sofá.
El rosa cuarzo entra en la casa y, cómo no, también en el armario. Colorea los complementos, les saca su lado más femenino: desde pañuelos hasta zapatos, pasando por pequeñas joyas. Y también tiñe prendas como faldas de tubo o camisas de gasa. ¿Cómo combinarlas? El blanco y el negro, en este caso, son aciertos seguros.
No es casualidad que los dos colores del año, el rosa cuarzo y el azul serenity, estén asociados a los bebés: hay algo de nuevo este año, de tiempo por estrenar. Coincide con una etapa nueva.
El rosa tiene la virtud de cambiar el sentido de los objetos que pinta, y hasta un paraguas rosa hace la lluvia un poco más llevadera. Pero puesto a ser rigurosos, no todos los rosa valen. ¿Cómo reconocerlo? Tiene un tono empolvado y es ligeramente más suave que el candy.