Como su propio nombre indica, entrar en el nuevo restaurante Ritual de Madrid, es casi adentrarse en un rito, en una ceremonia. En su interiorismo se dan la mano lo natural, lo orgánico y lo tribal, sin renunciar al confort y sofisticación estética, para que dejemos de lado los pensamientos y dar rienda suelta a las emociones. Un interiorismo centrado en conseguir enfocarnos en el aquí y el ahora, en volver a nuestros orígenes y a la naturaleza.
Con un interiorismo obra del Estudio de Javier Erlanz, el restaurante ubicado en la calle Velázquez de Madrid y con una cocina de raíces mediterráneas, está pensado al detalle combinando una experiencia centrada en los cinco sentidos en la que la decoración se alía con los momentos, los ritmos y la gastronomía. "Un ritual en el que lo orgánico y esencial se lleva a su máxima expresión tanto en la forma como en el fondo. Un lugar de sanación, de conexión profunda con lo que nos rodea", cuentan desde el restaurante.
Así, en su interiorismo se ha apostado por conformar el espacio en materiales en estado crudo: como los granitos, las maderas, los cueros o las fibras naturales. Todos ellos conviven con texturas como tejidos o vegetación natural. Un viaje a un ambiente casi tribal que no dejar de adoptar una imagen elegante. De este modo, el local se centra también en muebles y acabados de aire artesanal, de inspiración natural y hecho a mano conel que armonizar y dar sentido al concepto de ritual ancestral.
La sensibilidad visual del espacio se ha logrado además recurriendo a las formas curvilíneas que apelan a la naturaleza, que, a su vez, se hn combinado con luminarias y elementos de toques modernos. "Todo con el fin de lograr un hábitat radicalmente diferente al urbano, con la intencionalidad de poder hallar un refugio de conexión, con luces ambientales que llaman a la introspección y el sosiego, y a la vez al estímulo y la emoción", señalan.
El interiorismo obedece además al concepto all day long del local con el que se pueden vivir dos momentos muy diferenciados. Así, el espacio presenta un horario ininterrumpido que comprende desde la primera hora de la mañana hasta la madrugada, dando cabida a todo tipo de liturgia gastronómica y de ocio.