#PLAYLIST43: Escuela de sirenas, belleza en el agua

En 1944, Hollywood refrescaba su maquinaria de fabricar sueños con la construcción de una piscina, de 6 metros de profundidad, especialmente diseñada para el rodaje de una comedia musical que lanzaría al estrellato a su protagonista: Esther Williams. "Bathing Beauty", estrenada en castellano como "Escuela de sirenas", sería uno de los films más taquilleros de la Metro-Goldwyn-Mayer y convertiría a su actriz principal en la primera campeona de natación capaz de saltar a la gran pantalla sin abandonar el agua de la piscina. Toda una generación quedaría hipnotizada ante la visión de Williams, deslumbrante en su traje de baño plateado, evolucionando en el agua y construyendo un mito que, con el tiempo, sería indisociable a una disciplina que combina lo atlético con lo artístico. La natación sincronizada podría ser considerada uno de los deportes más poéticos y, desde luego, uno de los más jóvenes. Su reconocimiento como categoría olímpica es de los más recientes. Los juegos de 1984, celebrados en Los Ángeles, subieron al podium de las medallistas a las primeras nadadoras de sincronizada, otorgando el reconocimiento a un práctica que tiene sus orígenes en las representaciones acuáticas celebradas en el Coliseo romano, en el primer siglo antes de Cristo. La natación artística, como también se la conoce, exige una extraordinaria demostración de fuerza, flexibilidad, resistencia y capacidad respiratoria. La belleza de este ballet acuático, la búsqueda incesante de la perfección, la impecable sincronía de los movimientos al ritmo de la música que palpita bajo el agua, hacen de la natación sincronizada un espectáculo que no deja de emocionarnos. Cuando aprieta el sol, soñamos en una vida de sirenas y nos sumergimos en la piscina a la búsqueda de una fantasía bañada en rutilante color turquesa. Xip&Xic seleccionan una playlist con 10 videoclips y una sorpresa final: el mito de la sirena enfundada en un traje de baño plateado.