Una piscina no apta para lanzarse en bomba
Totalmente transparente y en lo alto de un rascacielos londinense, esta propuesta de piscina infinita regala vistas de 360 grados en pleno remojo
Ya tenemos una nueva excusa (si es que hace falta alguna) para viajar a Londres y ser testigos de una nueva experiencia en las alturas, más allá del London Eye o el Sky Garden. En este caso, no nos limitaríamos a contemplar las panorámicas, sino que lo haríamos enfundados en traje de baño y sumergidos en el agua, puesto se trata del nuevo proyecto de piscina infinita 360 º proyectada por Compass Pools. El innovador concepto toma la superficie total de la azotea de un rascacielos y la convierte en una piscina infinita que asoma sobre el skyline de la capital británica. Ahora bien, aquí hay que olvidarse de sentarse junto a la orilla o tirarse en modo bomba, puesto que no hay espacio para ello. Tal es así que el acceso no se hace a través de una escalera convencional, sino por una escotilla sumergida en el agua, que evita que el agua drene a través del edifico. Bautizada como Infinity London, esta piscina, en fase de construcción y prevista para 2020, se convertirá en la primera del mundo en ser infinita por sus cuatro lados y ofrecer vistas panorámicas de 360 grados.
La piscina estará equipada con un anemómetro incorporado para controlar la velocidad del viento y conectada a un sistema de gestión del edificio controlado por ordenador que regulará la temperatura del agua y garantizará que esta no se derrame rascacielos abajo. El agua se calentará utilizando la energía residual del sistema de aire acondicionado del edificio.
Aún sin ubicación definida, está previsto que la piscina se asiente sobre un rascacielos de 220 metros de altura y 55 pisos, los últimos de los cuales estarían destinados a un hotel de lujo. Desconocemos si sus huéspedes más osados serán los primeros beneficiarios en darse un chapuzón en este icónico y algo atrevido emplazamiento. Lo que sí tenemos claro es que estamos ante una piscina no apta para cobardes.