Ya puede hundirse la ciudad lentamente en la laguna en la que se alza. Ya pueden los agoreros del infortunio anunciar la decadencia de un destino bajo el peso de un turismo que no cesa de llenar sus calles. Lo cierto es que Venecia es demasiado hermosa para que dejen de abrirse allí hoteles que inviten a conocerla de una forma diferente, ajena a las prisas de los turoperadores y el fast tourism.
Y para muestra, el hotel Ca' di Dio, que acaba de abrir sus puertas en el sestiere Castello, a lo largo de la Riva degli Schiavoni, en la zona del Arsenale, la misma que acoge cada año alternativamente las bienales de arte y arquitectura. La cuarta insignia de la colección VRetreats, tras los establecimientos de Roma y Taormina (Sicilia), lleva la firma de Patricia Urquiola. La arquitecta y diseñadora española ha transformado un antiguo refugio de peregrinos con más de cinco siglos de historia en un destino que une las dos almas de la ciudad, rigor y refinamiento, símbolos de belleza y de una nueva forma de hospitalidad.
El proyecto es una loa a Venecia y su pasado. Los ambientes y los detalles celebran los materiales, el color y los elementos de una ciudad que vive sobre el agua. La paleta cromática es sobria y tenue, con gradaciones y transparencias ligeras que evocan los reflejos de la laguna. Los ambientes son recogidos, y cada elemento del diseño se vincula a las líneas preexistentes, valorizándolas sin alterarlas. De ahí nace una unión armoniosa entre el rigor de la estructura originaria y el refinamiento de los palacios nobiliarios, las dos características de Ca' di Dio que también definen Venecia.
Patricia Urquiola se ha encargado del interiorismo de las 66 habitaciones de que dispone el hotel –57 suites y 9 Deluxe–, la mayor parte de las cuales se asoma a la laguna, con vistas a la isla de San Giorgio y el río que da nombre al establecimiento. Para ello ha colaborado con la firma Molteni & C, algunos de cuyos diseños ha adaptado a los diferentes espacios. Las estancias presentan boiserie textiles y cornisas de madera que encuadran las ventanas, como una forma de subrayar la relación entre el interior y el exterior, así commo lámparas a medida creadas por los maestros vidrieros venecianos.
"Como diseñadora, trabajo siempre con una poética inclusiva, para dar un carácter único a cada hotel –explica la creadora–. La atención en la elección de los materiales, la importancia del genius loci, son elementos fundamentales para mí. Hemos hecho una gran labor de investigación para resaltar la personalidad de Ca' di Dio sin alterar el pasado, sino reinterpretándolo en clave contemporánea".
El proyecto de rehabilitación ha puesto el acento también en la sostenibilidad y en la reducción del impacto ambiental del hotel. Gracias a la utilización del agua de la laguna para la climatización, será posible reducir el consumo energético un 20%, además de reducir las emisiones en más de 100 toneladas de CO2 anuales.