Cara Mela es el nombre de esta nueva pastelería que llega al barrio madrileño de Chamberí con un diseño arriesgado y de tintes artísticos firmado por Casa Antillón. La experiencia es pura sorpresa. Lo que en un principio se presenta como un espacio pulcro y en blanco, en el que toma protagonismo la barra que, a su vez, es mostrador, almacén, refrigerador y horno, esconde al otro lado un universo fantástico y diferente. Una pequeña sala, a la que se accede por unas escaleras, se abre y se expande apelando a la emoción. En esta segunda sala, mesas con formas geométricas inspiradas en los contornos de los caramelos invitan a entrar a un mundo relajado. Con funciones diversas, como asiento, repisas de exposición o mesas en sí mismas, se erigen como esculturas en una caja verde revestida con azulejos. Una ventana, en color rojo, genera un amplio contraste visual y permite espiar el trabajo artesanal en la cocina.
Todo un ingenioso diseño en el que el colectivo creativo Casa Antillón ha puesto su originalidad al servicio. Fundado en Madrid de 2019, Casa Antillón no es solo un estudio de arquitectura y diseño, sino que también cabalga sobre el sector del arte. Cuatro arquitectos, Marta Ochoa, Ismael López, Emmanuel Álvarez y Yosi Negrín, son los cuatro arquitectos fundadores de este colectivo en el que también han implementado un espacio creativo compartido con otros artistas locales y con una pequeña galería de arte emergente.