Mireya vive en San Francisco y, curiosamente, aún está por descubrir por el gran público de Instagram. Sus fotografías se caracterizan por una fuerte oposición entre figuras suaves y orgánicas y un entorno gráfico expansivo.
Y es que el objetivo de esta diseñadora gráfica es explorar la autoconciencia, resaltar la condición humana en el corazón de un entorno. Deseando comprender el lugar que ocupa el ser en un espacio definido, sus imágenes también nos muestran su adaptabilidad, independientemente del entorno en el que se encuentre.
Porque Mireya está fascinada por conceptos como el poder. Es decir, ella desea, por ejemplo, comprender cómo se manifiesta a través de figuras femeninas.