Ubicado en el distrito financiero de James Street, en Brisbane, el hotel The Calile posee 175 habitaciones de diseño minimalista, en el que priman materiales como la madera y la piedra natural, en tonos neutros. Con el envidiable clima de Queensland y sus alrededores tropicales, brinda una experiencia de resort en un entorno urbano. Proyectado por los talentosos arquitectos australianos Richards & Spence, The Calile presenta una estética aparentemente simple que dialoga en todo momento con su paisaje colindante, a medio camino entre los rascacielos y el aire tropical.
Inspirado en otras ciudades de clima cálido, como Miami, Palm Springs, Río de Janeiro y Ciudad de México, el codirector de Richards & Spence, Adrian Spence, se refiere al resultado final como el mayor logro profesional de su estidio hasta la fecha. "Para el equipo de diseño, abrazar el clima y los entornos tropicales se convirtió en la base del diseño y la arquitectura del hotel. En nuestra opinión, no hay otro hotel australiano, ubicado en la ciudad, concebido como un resort. Los hoteles urbanos de nuestro país se dirigen a un mercado corporativo, centrado en la conferencia y los negocios, en lugar de en la piscina y el paisajismo. El Calile innova en eso ”, afirma Spence.
No en vano, los puntos claves de este proyecto son la increíble piscina elevada, situada en el centro del hotel, junto con el área cubierta que la rodea, con restaurantes al aire libre, cabañas y tumbonas que refuerzan su esencia de ocio con estilo. Las 175 habitaciones también invitan a disfrutar del clima y el paisaje, gracias a ventanales que enmarcan las vistas en áreas cruciales de la estancia y a balcones que dan a la piscina. “Nuestro clima es el leit motiv de The Calile, ya que nos permite vivir al aire libre la mayor parte del año. Es un lujo que hemos quería explotar con la arquitectura del hotel", dice Spence. Los pasillos que llevan a las diferentes habitaciones se vinculan con el exterior mediante suelos de piedra caliza y paredes de cemento. En el interior de las estancias, revestimientos de corcho, alfombras de sisal, baños de mármol, batas de lino personalizadas y artículos de tocador de Grown Alchemist ponen el acento a lo natural, artesanal y apuesta por los productos de proximidad de origen local, para velar por el medio ambiente. Persianas motorizadas, televisores de última generación y sistema de sonido de vanguardia completan la oferta para obtener una experiencia única.
Las zonas comunes, como lobby, bar, restaurante, centro de fitness, spa y boutiques de moda, en la planta baja, se toman algunas licencias estéticas más atrevidas que en las áreas privadas, aunque siempre manteniendo la filosofía de lujo sereno a base de materiales naturales y decoración minimal pero sofisticada.