Fue el sueño del chef Sergio Giraldo y de Cristóbal Bouchet de abrir su propio restaurante y lo hicieron de la mano del Grupo Gastroadictos. El objetivo del proyecto, como en la mayoría de los proyectos de Masquespacio, ha sido hacer realidad la ilusión de un grupo de jóvenes emprendedores, que buscan ofrecer una nueva experiencia gastronómica y sensorial en Valencia. El restaurante se divide en tres partes. Así, en la primera, podemos encontrar un bar que resalta el propio barrio, no solo a través de sus referentes arquitectónicos, sino también de sus locales y su forma de vivir. De esta forma representa el acto de tomar aire fresco durante los días más cálidos, cuando los vecinos salen a la calle con sus sillas de casa y se juntan para charlar.