¿Un coche eléctrico que se expande como una mesa extensible?
Un modelo totalmente eléctrico que se expande en función de las necesidades. Así es el nuevo prototipo de Renault, un vehículo que reconoce a su conductor con solo acercarse.
Un concept car es el prototipo que diseñan y fabrican las marcas como inspiración para futuros modelos. Por eso, no se fabrican en serie, solo se producen unas pocas unidades. Diseñarlo y fabricarlo acostumbra a ser un proceso largo –y costoso– que dura de seis meses a un año.
Morphoz es el nuevo concept car de Renault, un modelo totalmente eléctrico que se expande en función de las necesidades de cada usuario. El automóvil goza de autonomía de conducción de nivel tres y cuenta con un sistema inteligente impulsado por inteligencia artificial (AI) que permite que el vehículo reconozca a su conductor al acercarse.
La versión urbana del automóvil, de 4,40 metros de largo, está alimentada por una batería de 40 kw, pero se puede agregar una batería adicional en una estación de baterías predeterminada. Cuando el conductor llega a su destino, puede detenerse en una estación para devolver las baterías adicionales, volviendo el automóvil a su capacidad original. Cuando el automóvil esta aparcado, las baterías pueden usarse para alimentar los electrodomésticos de casa.
Morphoz también funciona con IA, que utiliza sensores para detectar y reconocer al conductor a medida que se acerca. Para indicar el reconocimiento, el automóvil activa una secuencia de luces en las puertas. Esta IA también se usa para procesar datos en tiempo real de los sensores externos y las cámaras del automóvil, que reemplazan los espejos de las puertas convencionales para detectar la presencia de peatones o ciclistas cerca.
A pesar de poder reconocer y dar la bienvenida a su propietario, Renault ha diseñado a Morphoz en previsión de futuras regulaciones que pueden obligar a compartir el automóvil para todos los vehículos al eliminar la necesidad de una llave. En cambio, se accedería y controlaría todo en el automóvil a través de un teléfono inteligente, que funciona como una llave digital. Los conductores recibirían un código de desbloqueo que les da acceso y uso al vehículo por un cierto período de tiempo.
Esta no es la primera vez que Renault imagina cómo sería la propiedad de un automóvil compartido. HAce poco presentó el concepto Ez-Pro, convoyes modulares que pueden funcionar como tiendas emergentes, mostradores de alimentos y otros pequeños tipos de establecimientos.