Mientras su estrella cinematográfica declina más deprisa de lo que los admiradores de sus grandes cintas de los años setenta, ochenta y comienzos de los noventa desearíamos, Robert de Niro se mantiene en el candelero a través de su activismo político y cultural y su innegable olfato para el negocio de la hostelería de lujo. El actor estadounidense, azote de Donald Trump y promotor del festival de cine de TriBeCa de Nueva York, está detrás del Hotel Greenwich en Manhattan y también de la firma Nobu, en colaboración con el chef Nobu Matsuhisa, que engloba hoteles y restaurantes. La cadena acaba de abrir en la playa de Talamanca, a cinco minutos del centro de Ibiza, el Nobu Hotel Ibiza Bay, el resort de cinco estrellas más exclusivo de las Baleares. Miembro de Small Luxury Hotels of the World (SLH), el establecimiento es fruto de la colaboración de MC Hotels, los propietarios de los icónicos hoteles Marbella Club y Puente Romano, y London & Regional.
Desde las exquisitas opciones culinarias, hasta las 152 habitaciones y suites, cada detalle en Ibiza Bay ha sido diseñado teniendo en cuenta el confort de los clientes. Con cuatro restaurantes y un bar en la piscina, el hotel es el paraíso para los amantes de la gastronomía. No existen horarios; los desayunos y las comidas se sirven a petición de los huéspedes, y las comidas casuales se convierten en noches mágicas e inolvidables. Nobu, el restaurante de autor, ofrece platos de fusión japonesa. Chambao permite disfrutar de un chiringuito al más puro estilo ibicenco. Desde el barrio londinense de Mayfair llega el Grupo Peyote, trayendo consigo el espíritu vibrante de la moderna Ciudad de México a Ibiza, con un enfoque contemporáneo y refinado de la comida mejicana. Finalmente, para los amantes de la comida healthy, Celicioso ofrece alimentos sin gluten, zumos nutritivos y ensaladas superfood.
La firma Proffetional se ha encargado del diseño de interiores y la decoración de todo el complejo. Inspiradas por los colores de la isla, las habitaciones están decoradas con muebles de madera natural y cerámicas artesanales, usando tonos blancos, dorados y azules. Detalles de buen gusto como las incrustaciones de nácar, que otorgan un aire de distinción a las habitaciones, sin dejar de lado la comodidad. Ventanales amplios, desde el suelo hasta el techo, que permiten la entrada de la luz, y dan acceso a las magníficas terrazas.
Además de la zona de alojamiento, el complejo cuenta con el primer Six Senses Spa de la isla, además un pabellón de yoga, gimnasio, bar seco, salones de manicura y pedicura, cabañas interiores, terrazas al aire libre y cabañas de playa.