De granja a hotel, un alojamiento con encanto y mucha historia
Construida en Bélgica en 1839, se acondiciona como vivienda y 'bed&breakfast' conviviendo en armonía el rústico pasado y el confort moderno
Levantada en la región belga de Flandes, esta granja ha pasado por muchas vicisitudes. El conjunto de edificios sirvieron como fuerte, torre de vigilancia y cárcel, y durante la Primera Guerra Mundial se construyeron búnkeres de ladrillo y hormigón en las inmediaciones. Los actuales clientes contrataron al estudio Govaert & Vanhoutte para transformar Burkeldijk, como así se llama la finca, en un moderno bed & breakfast con la misión de conservar este patrimonio intacto y encontrar un equilibrio entre los diferentes periodos históricos.
Todas las decisiones tomadas después reflejan el enfoque meticuloso de los arquitectos y el cuidado que pusieron en que lo antiguo y lo nuevo convivieran en armonía. El revestimiento con madera de afromosia, árbol originario del paisaje tropical del centro de África, marca el ritmo en una sección de la fachada, mientras que los marcos metalizados de las ventanas afianzan visualmente el muro de ladrillo y los volúmenes de madera de reciente construcción. Un pasadizo subterráneo de hormigón conecta la zona social con el antiguo granero, que ahora alberga los dormitorios. El hotel ofrece a sus clientes acceso a una piscina cubierta en una nuevo volumen.
El esquema estructural mantiene las mismas formas de ángulos limpios de la arquitectura vernácula, con revestimientos de madera y ladrillo. Según transcurre el paso por el interior de la granja se suceden las superficies de madera debidamente restauradas con el hormigón industrial empleado para rehabilitar otras, también usado como material para el nuevo mobiliario. Grandes ventanales y puertas correderas de cristal llenan el interior con luz natural, mientras que los pequeños huecos recuerdan un pasado en el que no se podían permitir grandes alegrías en términos de luz; lo más importante era conservar el calor en invierno. Un ala revestida de madera ofrece a los propietarios su espacio privativo, con acceso a una zona al aire libre en exclusiva para ellos